─── 008. AMANECER 2.

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Capítulo ocho:
FANTASMA DEL PASADO.

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Persa ingirió el líquido escarlata, succionando fuertemente y bebiendo de el a grandes tragos, dejándola seca en pocos segundos, despegó sus dientes al sentir como no salía nada, dejando que la humana muerta y desangrada, caiga en el callejón mien...

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Persa ingirió el líquido escarlata, succionando fuertemente y bebiendo de el a grandes tragos, dejándola seca en pocos segundos, despegó sus dientes al sentir como no salía nada, dejando que la humana muerta y desangrada, caiga en el callejón mientras que ella se relamía.

Suspiró pesadamente mientras salía del callejón oscuro debido la noche, colocándose el velo a medida que analizaba las calles desoladas de Dzoragyugh, un pueblo de mujeres perdido en el país de Armenia.

Comenzó a caminar dispuesta a seguir su camino, pero una pequeña figura que caminaba a paso rápido, tapada de pies a cabeza con las típicas vestimentas de las mujeres, llamó su atención. Entrecerró sus ojos, analizando cada paso que daba, su forma de caminar, la forma en la que no respiraba.

Sin dudarlo, Persephone corrió a paso vampiro hacia la figura, apareciendo en su costado para golpearla fuertemente de sorpresa en su mandíbula, haciendo que la muchacha se queje del dolor mientras que Persa escuchaba como la piel de porcelana se rompía.

La muchacha abatió hacia ella sin pensarlo, tratando torpemente en atacarla siendo Persa más rápida para parar sus movimientos. La tomó del cuello y la lanzó hacia una de las paredes que había allí, la chica se quejó de dolor dispuesta a levantarse pero Persa ya la había tomado de sus ropas y comenzado a caminar, siendo arrastrada por el piso hasta un callejón diferente de donde estaba antes.

En un simple movimiento, Persa colocó de pie a la muchacha, agarrándola del cuello en el proceso, y la estampo contra la pared de ladrillos, haciendo que algunos se rompan ante el impacto. La muchacha se quejaba ante el agarre de la híbrida y se removía en busca de escapar, pero la atacante era más fuerte y estaba recién alimentada.

Tomó el velo de la vampira que tenía atrapada y lo bajo bruscamente revelando su identidad, Persa sonrió de lado al ver como sus sentidos nunca se equivocaban.

—Probablemente te acuerdes de mi— habló Persephone a medida que se bajaba el velo con su mano desocupada. —Ya sabes, el amor de la vida de tu hermano.

𝐏𝐄𝐑𝐒𝐀. [Jacob B. & Jasper H.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora