𝐏𝐄𝐑𝐒𝐀. [Jacob B. & Jasper H.]

─── 009. AMANECER 1.

Capítulo nueve:
PERSEPHONE QUIERE DARLE DE SU SANGRE.

Persephone se encontraba en la terraza de la casa que le causaba pesadillas, la misma donde le había confesado su pasado a Mecías. Pero con su dolor en el pecho y la mirada firme en el bosque y estrellas, ella no se inmuto a sentir pasos danzarines detrás de ella.

No se volteo ni miro al sentir como se apoyaban en el mismo barandal donde ella estaba, guardando apenas menos de un metro de distancia. Persephone no sabía si lo hacía a propósito o solo era la ingenuidad y amabilidad de la muchacha.

—Vaya noche— dijo Alice con su dulce voz, pero aún así podía escuchar la preocupación en ella.

—Si— se limitó a mustiar Persephone sin dejar de mirar los bosques.

Alice se acercó aún más a Persephone sin ningún disimulo, la híbrida por inercia se removió incomoda ante el repentino acercamiento de la vampirita que su pareja actual había dejado por ella.

Si, era muy incomodo para Persa, pero a Alice se la sentía serena y conforme al invadir el espacio personal de la muchacha.

Persa se removió incomoda. —¿Que?— preguntó mirándola de reojo.

Alice la miró con un leve rastro de vergüenza. —¿No puedo simplemente pararme al lado tuyo?— preguntó con un leve canturreo la pixie.

Persa apretó sus labios y volvió su mirada al bosque, extrañada ante el comportamiento de la ex novia de Jasper. Sabía que Alice era incapaz de matar a una mosca y si lo hacía debía ser un insecto muy molesto; lo que no sabía era si esa era una manera indirecta de vengarse porque Jasper la eligió a ella sobre Alice.

—Cuando estoy cerca de ti, es como si pudiera cerrar los ojos— explico la muchacha al lado de Persephone, quien le dirigió la mirada. —Todo desaparece.

Persa sonrió levemente de lado. —Es por el lobo.

Alice se encogió de hombros y la golpeó suavemente en chiste. —Si. Excepto el olor q perro mojado— Persa rio dirigiendo su mirada nuevamente al bosque.