𝐏𝐄𝐑𝐒𝐀. [Jacob B. & Jasper H.]

─── 011. AMANECER 2.

Capítulo once:
ANDRIEVL Y SELENE.

Persephone sintió una presencia detrás de ella, despegó su mirada de los vegetales que estaba cortando en la cocina, donde preparaba sanguches para la manada mientras que Jacob buscaba a Seth; su ceño se frunció y se clavó fijamente en la pequeña tabla blanca, concentrándose en adivinar la posición de quien la acechaba.

Sin dudarlo, volteo rápidamente y lanzó el cuchillo que tenía en su mano hacia la cabeza del vampiro. Vladimir sonrió de lado observando el cuchillo que tenía en una de sus manos, parándolo antes de que impacte con su rostro.

Persephone frunció aún más su ceño y observó a los rumanos frente a ella.

—Creo que se te ha escapado— acotó el albino a medida que observaba el cuchillo cerca de su entrecejo.

En un simple movimiento cambió el objeto de posición, lanzándolo rápidamente hacia la híbrida, quien siquiera se inmutó a la hora de atraparlo, manteniendo su rostro curioso a medida que paraba el cuchillo de una acción en seco. Bajo el arma, separándola de la cercanía que tenía con su rostro.

Stefan sonrió de lado y se cruzó de brazos. —Habilidosa— alago con su marcado acento rumano, a medida que avanzaba levemente a la cocina donde estaba la pelirroja. —Algo muy común en tu especie.

La curiosidad se hizo ver, pero antes de que pudiera inquirir alguna inquietud Vladimir miró a su compañero de reojo manteniendo una leve curvatura en su comisura completamente falsa.

—No comiences con las especulaciones, ella no sabe quiénes somos— alardeó el vampiro albino para dirigir su mirada a la híbrida. —Aunque es una lástima que estés sola, tu especie es muy codiciada.

—No estoy sola, tengo a mi familia y mi manada— afirmó la muchacha en tono seguro.

Ambos vampiros rieron sin gracia. —Vârcolac vampir, déjanos presentarnos— dijo Stefan con aires de superioridad. —Pertenecemos al clan Rumano que alguna vez estuvo al poder mucho tiempo, luego de unos siglos las escorias italianas nos atacaron y derrocaron— escupió con odio y rencor al nombrar los Vulturis.