𝐏𝐄𝐑𝐒𝐀. [Jacob B. & Jasper H.]

─── 006. AMANECER 2.

Capítulo seis:
TE AMO, NESS.

Los Vulturis venían por ella y por Renesmee, aunque la primera no recordaba muy bien lo que había visto, pero la visión de Alice fue clara. Los Vulturis vienen por ella y Renesmee.

Al parecer, Irina fue a acusarlos con uno de los crímenes más atroces que la guardia no toleraba. Los niños inmortales, con un plus de la híbrida que había escapado de sus tierras.

Persephone había visto muchos niños inmortales a lo largo de su cautiverio. Los Vulturis se limitaban a asesinarlos, torturarlos por diversión y no le sorprendería para nada que los hayan violado.

Para ella, la inmortalidad en un menor, era un tema sensible. Luego de haber compartido celda y cuidado de una pequeña niña durante 20 años, su corazón se había enfriado ante esa situación. No negaba que los niños inmortales eran un problema, pero esa pequeña africana había sacado todo el escaso instinto maternal que poseía.

Luego de unas décadas, la asesinaron frente a ella por haberla alimentado con su sangre luego que los Vulturis la habían privado de la sangre.

La noche ya había caído y Persephone ya había vuelto a casa, quien fue recibida con los brazos abiertos por parte de Renesmee chillándole mediante su don que nunca vuelva a alejarse así y sin más.

Pero en este momento, Persephone se removió incomoda al ver como Bella observaba las imágenes sobre los niños inmortales en la mesa de la biblioteca de la casa Cullen.

—Los niños inmortales eran muy hermosos, encantadores. Estar con ellos era amarlos. Pero su desarrollo se congelaba a la edad en la que cambiaban— habló Carlisle hacia Bella, quien no sabía cuál era la cuestión. —Descontrolados, desobedientes. Un solo berrinche destruía toda una aldea.

La mirada de Persephone se perdió en sus pensamientos, recordando a la pequeña niña de 6 años de tez negra que se hacía llamar Sarabi. En su mente retumbando los gritos de dolor de la pequeña antes de que le arranquen la cabeza. Ni siquiera se molestó en colocar la barrera mental hacia Edward, estaba muy exhausta como para hacerlo.