─── 003. AMANECER 2.

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CapÍtulo tres:
CARLISLE ESTA CANSADO DE REPONER POR CULPA DE PERSA Y JASPER.

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Estampó a la híbrida contra la puerta recién cerrada, gruñéndole sobre sus labios, podía jurar que estaba a punto de perder el control, hacia no mucho tiempo que estaba con Persa y la vampira sí que sabía cómo provocarlo

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Estampó a la híbrida contra la puerta recién cerrada, gruñéndole sobre sus labios, podía jurar que estaba a punto de perder el control, hacia no mucho tiempo que estaba con Persa y la vampira sí que sabía cómo provocarlo.

Dejo que Persa baje de su agarre, se separó de ella en el instante que sus manos no estuvieron ocupadas las llevó a la remera que tenía puesta Persa.

—Que sea de encaje, que sea de encaje— jadeo murmurando sus deseos haciendo que Persa ría levemente, dicho esto tomó la prenda y la rompió de un tirón revelando un corpiño negro con encaje.

Jasper relamió sus labios con deseo admirando la vista que tenía frente a él.

La ropa destruida cayó al piso mientras que ellos volvían a besarse bruscamente.

El vampiro atrapó los pechos de Persa entre sus manos, apretándolos levemente tratando de controlar su fuerza vampira para no lastimarla más de lo debido, la cabeza de Persephone se hizo hacia atrás mientras que el muchacho jugaba con sus partes, dejándole vía libre a Jasper para dirigir sus besos al cuello de la muchacha haciendo que se estremezca de placer.

Persa llevo una mano al pecho de Jasper y lo alejó unos pasos con brusquedad, él la miró confundido. Respirando agitadamente murmuró excitada.  —¿Por qué nunca te sacas la camiseta? Voy a comenzar a esconderlas.

Se acercó los pasos que los separaban y esta vez fue ella quien tomó la prenda y la rompió en un hábil movimiento.

Jasper se tensó al sentir como que ella repartía besos por todo su torso desnudo, bajando lo suficiente para que el vampiro ruegue con la mirada que baje más.

Persa sonrió burlona, indicándole que no iba a hacer nada. Jasper bajo su mano y la colocó en el cuello de la muchacha levantándola en ese instante para luego estamparla nuevamente contra la puerta, apretándola contra su cuerpo. La muchacha gimió de excitación con su respiración agitada.

𝐏𝐄𝐑𝐒𝐀. [Jacob B. & Jasper H.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora