Primer día

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Estaba soleado, no hacía calor. Era un clima excelente para dar inicio a las prácticas como shinigami para Arwyn.

Se despertó como siempre lo había hecho: 7 a.m. o tal vez eso se debía a los cuidados matutinos de Sebastian para ella. Al joven Conde lo despertaban 5 minutos más tarde. Aunque dijeran que para una señorita el tiempo se necesita de más para arreglarse, a ella no le costaba: Siempre había sido muy rápida cuando se trataba de ello.

Encontró una nota en el armario justo al lado de ella. La tomó y la leyó… Decía así:

“Es para ti. Como un regalo de bienvenida…

Usualmente no acostumbramos a hacer esto, pero ellos insistieron.

Te veo en la oficia del jefe hoy a las 8 a. m.

No llegues tarde.

W.T.S”

Vaya, al parecer ese día iba a ser diferente para él, ¿es que le desagradaba la idea de entrenar a una novata? En fin, no tenía idea de cómo sería su primer día, pero en cierto modo le emocionaba aprender sobre ello.

Al abrir el armario, un pantalón negro un poco ajustado tal vez, una camisa blanca, una corbata negra, zapatos con un poco de tacón negros, guantes negros y finalmente una llave.

Se vistió rápidamente. Dejó su ropa doblada y guardada en uno de los cajones. Lo cerró. Se volvió y tomó la llave antes de salir por la puerta.

El pasillo era sumamente angosto, pero lo suficiente para que una sola persona pasara a través.

Se adelantó a bajar por las escaleras rápidamente y del edifico también. Fuera, la luz era el destello más hermoso que se notaba en el mundo shinigami. Había varios lugares por los cuales podía pasar, pero ella no tenía idea de dónde ir. Tenía que desayunar algo, sí, pero… ¿A dónde? No conocía a nadie, sólo podía preguntar a las primeras “personas” que cruzaran.

Su suerte se vio afectada, puesto que nadie delante de ella pasaba.

Sintió una mano en su hombro y dio un brinco de inmediato. Se giró repentinamente.

-¡Tranquila! No era mi intención asustarte.- Un shinigami, al parecer, estaba detrás de ella.-  Era el de cabello rubio y mismos ojos verdes como todos.

-Ah… Disculpa, estaba algo distraída.- Le dijo.

El shinigami sonrió.

-No te preocupes.- La vio de pies a cabeza. Arwyn frunció el ceño.- Está decidido, ¿quieres ser hoy mi acompañante para desayunar?- Le preguntó.

Arwyn tuvo la corazonada de no hacerlo.

-Creo que buscaré a alguien más para que me ayude..- Comentó.

Ronald puso su brazo alrededor de su cuello.

-Vamos, no te haré nada.- Le dijo sonriendo.

Una mano golpeó el brazo de éste mismo mientras que él se sobó inmediato.

-¡Oye, Alan! ¿Por qué hiciste eso?- Le preguntó.

Mirándolo serio, respondió.

-Tal vez no estás viendo con ojos de trabajo, Ronald.- Un shinigami con un aire parecido a Will se mostró ante ellos. Tenía el mismo traje que todos los shinigamis usaban, cabello castaño obscuro y corto, lentes usaba… Típico shinigami.

La miró.

-¿Eres tú Arwyn?- Le preguntó.

Ésta asintió un poco tímida.

-Entonces, ¿ya fuiste a ver al jefe?- Cuestionó.

-No… No lo he hecho.- Contestó.

-¿Por qué?- Alan no paraba de hacer preguntas.

Ronald lo fulminó con la mirada.

-Porque no sé dónde es.- Contestó.

Entonces se escuchó una risa justo arriba de ellos. En un pequeño balcón, el shinigami de rojo sonreía mirándolos desde las alturas.

-Grell Sutcliff…- Los 2 shinigamis pronunciaron.

-¡Así es! Yo soy.. ¡Grell Sutcliff! ¡Y soy un shinigami-death!

Arwyn lo miró atentamente.

Realmente desde que lo vio y sumándole su actitud, parecía un hombre afeminado. Sin embargo, le parecía algo divertido.

-¿Oh, ya han desayunado?- Les preguntó.

-No, aún no.- Arwyn respondió con su estómago gruñendo.

-Mmm, ¿qué tal si vamos los 4?- Ronald preguntó sonriente.

-Mmmm, según tengo entendido ella apenas está esperando ir a ver al jefe.- Alan comentó.

Grell sonrió.

-¡Eso puede verlo después! Mientras tanto, ¡a desayunar que tengo hambre!- Dijo.

Entonces, así fue.

Los 4 se dirigieron directamente hacia el restaurante más cercano. Pintado de verde con rayas blancas; Afuera, habían adornos parecidos al contorno a la figura de un ser humano. Y cosas punzocortantes que asemejaban a lo que siempre los shinigamis cargaban.

-¿Aquí?- Arwyn preguntó.

-Así es… ¿Quieres hacer algo antes?- Le preguntó Alan.

Ésta lo miró fulminantemente; parecía como si él quisiera que fuera a hacer eso antes del desayuno.

-¿Quieres que vaya antes de iniciar esto?- Inquirió.

Los 2 extrovertidos shinigamis atentamente a Alan.

Éste suspiró.

-De acuerdo… Desayunemos antes…

-Está bien, pero… ¿Podrías decirme por lo menos dónde es?- Volvió a preguntarle.

Alan asintió.

-Ven…- Dijo.

Ronald y Grell los miraron.

-Pero… ¿Y el desayuno?- Sutcliff cuestionó hambriento.

Ambos caminaron hasta la salida. Alan les respondió caminando junto Arwyn aún.

-No tardaremos mucho. Estoy seguro.

Instruyendo al ShinigamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora