Hot Imagines (Justin Bieber y Tu)

Sex with a prisioner (2)

Me fuí a la litera de abajo sin mirarle.

Notaba su mirada detrás de mi y eso me incomodaba.

Me senté en la cama y me miré los dedos mientras los movía sin saber que hacer ni que decir.

Me puse a pensar en lo que mis padres opinarían y dirían de esto, me van a matar y lo digo completamente en serio. Me castigaron un día porque la maldita profesora de matemáticas les escribió un mensaje diciendo que no había hecho los deberes y mis padres me castigaron sin móvil ni salir durante una jodida semana, no me puedo imaginar lo que harían por esto.

-Hey tu- una extraña voz pero a la vez sexy me habló. Levanté mi cabeza con confusión para ver de quien provenía. Al ver que era del chico con el que compartía celda le contesté.

-¿Que?- dije con un tono borde ya que no tenía ganas de hablar por todo lo sucedido.

-Hasta que te dignas a contestar, te he estado llamando por diez minutos.

-Pero si no llevo aqui ni diez minutos- repliqué.

-¿Por qué te han metido aquí?- preguntó el chico refiriendose a la cárcel.

-Por robar- contesté avergonzada

-¿Que has robado?- noté que en su voz había un tono de diversión.

-Unos zapatos- mentí, no le iba a decir que había robado unos condones, eso nunca.

Asintió con la cabeza mientras se volvía a sentar en la silla. Después de unos minutos hablé.

-Tan solo quería divertirme y salir por un puto día de casa pero mi amiga me obligó...- no pudé acabar de quejarme porque el chico de ojos marrones claritos me interrumpió.

-Hey nena todavía te puedes divertir- me guiño el ojo al acabar de decirlo. Pero, ¿quién se creía que era?

-¿Por quién me has tomado?- escupí con todo el veneno que podía sacar.

-Por una niña demasiado inocente que seguro que ni ha besado a nadie en su vida- sus ojos estaban clavados a los míos. Me puse roja, de furia, yo no soy ninguna niña, tengo diecisiete años y que yo sepa a esa edad se supone que eres mujer.

-Yo no soy ninguna niña- reuní todo el odio para transmitirselo por mis ojos.

-Si que lo eres, solo mírate- dijo esto mientras hacía un gesto con la mano moviendola de arriba a abajo señalando mi cuerpo. ¿Perdona?

- Voy con un vestido demasiado corto ¿acaso esto te parece de niña?- pregunté sarcásticamente. De verdad que no entendía a este chico. Me miró de arriba a abajo y por un instante pude notar deseo en sus ojos pero lo quité de mi cabeza.

-No nena si de eso no me quejo, eres tú que te comportas como tal

-¿Pero que dices?

-Demuestrámelo- a este tío se le había ido la cabeza.

-¿El q..que?

-Que no eres una niña- nos quedamos mirándonos por un instante hasta que se me ocurrió una cosa así que me acerqué.

Al ver que su silla no tenía mangos para apoyar los brazos, era una simple banqueta me pareció ideal.

Caminé hasta estar justo delante de la silla, él todavía seguia sentado, me miró con confusión y sin dudarlo otra vez me senté encima de él, mis piernas alrededor de su cintura.

Su boca se abrió de sorpresa pero no hizo nada para quitarme.

-Te lo demostraré- y justo al acabar la frase junté mis labios con los suyos.