Bad boy (1)

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-Despierta ___ no te lo repito más- la chillona voz de mi madre penetraba en mis oídos como si fuesen martillos. Joder, es que no me podía quedar un segundo más? Al parecer no ya que la voz de mi madre se escuchó de nuevo.

-Es tu primer día de instituto ___, no puedes llegar tarde y menos si eres nueva- Mierda mierda mierda la palabra "nueva" se repetía una y otra vez en mi cabeza, no quería pasar un día sola en un instituto el cual no conocía para nada.

Me levanté echando humo por las orejas, abrí mi armario, me cambié y al mirarme al espejo todo mi mal humor se esfumó, me veía extremadamente bien ya que era mi primer día y quería lucir genial (Foto outfit multimedia). En seguida fui al baño y me maquillé como todos los días, me alisé el cabello y me ondulé las puntas.

Cerré la puerta de casa, despidiendome de mi madre con una manzana en la mano derecha y con las llaves de mi coche en la otra mano.

Cuando llegué al aparcamiento del instituto, el cual era enorme pero no quedaban suficientes sitios vacíos solo uno al lado de unas motos donde había un grupo de chicos.

Aparqué con cuidado para no dar a ninguna moto y orgullosa de mi misma porque había aparcado bien una vez en mi vida salí del coche con el viento moviendo mi cabello hacia atras.

Cerré el coche con mis llaves y me dirigí hacia la entrada del instituto, no sin antes escuchar un grosero comentario sobre mi culo por parte de los moteros. Ugh.

Un tal Liam, que la verdad estaba muy bueno, me enseñó el instituto y por último mi taquilla asignada, le hize un gesto con mi mano para despedirme y empezé a abrir mi taquilla.

La cerré, al terminar de dejar mis cosas, pero unas manos al lado de mi cabeza me lo impidieron obligánd a quedar mi espalda contra la taquilla.

-¿Eres nueva nena?- un chico jodidamente sexy me preguntó. Su cabello era castaño y desordenado, mechones rebeldes le caían en la frente haciendole ver mas sexy aún. Sus ojos, mieles y a la vez oscuros sin ninguna expresión le hacían ver mas interesante y atractivo. Pero en seguida me acordé que era el tio que estaba dónde las motos y dijo aquel comentario grosero.

Al ver que me había quedado mirándole más tiempo de lo normal, fijé mi mirada en sus ojos los cuales reflejaban diversión.

-Si, y si me permites no quiero llegar a mi primera clase tarde- escupí, empujandole para un lado para así poder escapar.

Pero una fuerte mano me agrarró de la muñeca obligándome a girarme, y ahí estaba otra vez el tío pesado y a la vez sexy mirándome con una sonrisa de oreja a oreja en la cara.

-Por cierto ___, yo me llamo Justin- acto seguido me soltó y dió media vuelta. Tardé unos segundos en reaccionar y seguí caminando hacia mi primera clase. ¿Por qué tanto interés en mi? Y, ¿como se sabía mi nombre?

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-___ espero vernos pronto y ya te llamaré con el número que me has dado- dijo Katie sonriendome.

-Vale gracias- la sonreí de vuelta.

Orgullosa por mi nuevo comienzo ya que había hecho muchos amigos nuevos, uno de ellos Katie.

Rápidamente sacudí mi cabeza al recordar lo ocurrido en las taquilllas con Justin y fui directamente a mi coche.

Ya en casa me tumbé en el sillón y sin comer ni nada me tomé una larga y profunda siesta.

Por segunda vez me despertó mi madre con su chillona voz que me ponía histérica.

-¿Que quieres mama? No te oigo- grité para que lo dejase. Oí como bajaba las escaleras y se acercaba al salón, donde yo estaba.

-___, ¿podrías ir a comprarme cebollas y pimientos? Los necesito para la cena- mi madre parecía cansada y destrozada así que sin quejarme asentí, subí a mi cuarto a arreglarme y salí de mi casa.

Una vez que salí a fuera me dí cuenta de que yo no conocía para nada este pueblo ya que yo vivía en la ciudad y nos tuvimos que mudar a este pueblo por el trabajo de mi madre.

Empecé a andar ya que al fin y al cabo alguna tienda de comida tendría que haber.

Andé por casi media hora y todavía no había encontrado la maldita tienda y dudo que sepa volver. Miré a mi alrededor y ví que estaba en un oscuro y malholiente callejón.

Unas inmensas ganas de correr se apoderaron de mi cuerpo al escuchar un sonido en la parte mas oscura del callejón pero en ese momentos mis piernas no funcionaban.

De repente, unos pasos provenientes del fondo del callejón se acercaban más y más.

Miré los zapatos de la persona que se acercaba a mi, los cuales ahora los podía ver muy claros, pero para nada parecían los zapatos de un vagabundo al contrario, eran supras negras y esos zapatos costaban demasiado dinero.

Cuando me encontré con sus ojos mi boca y mis ojos se abrieron de par en par.

-Justin- dije en un susurro.

Losientoo por tardar tanto en subir otro cap, no se me ocurría nada. Os quierooo

Hot Imagines (Justin Bieber y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora