Capítulo 7

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Empiezo a arreglar el tema de la electricidad y el gas en el granero mientras Jimin comprueba si funciona o no y así poco a poco hacemos que todas las estufas y hornos funcionen adecuadamente. Resulta que Jimin no está totalmente convencido con la posición de algunas cosas así que me hizo moverlas. Después de más o menos una hora de pelear con la plomería por fin logro que funcione, lo cual me da mucho alivio porque cada vez estamos más cerca de abrir el restaurante. Estuvimos de acuerdo en abrirlo el lunes, ya que mañana es la feria y tenemos muchas cosas por hacer todavía, principalmente en la casa. Jimin me dijo que iba a organizar toda la materia prima que llevó Sam al granero en los gabinetes que compramos para que así tuviéramos fácil acceso a ella mientras atendemos a los clientes. Entretanto yo me pongo a intentar arreglar la plomería y electricidad de la casa para que por lo menos podamos tener luz en toda la casa y nos podamos bañar sin cubetas. Justo cuando estoy reparando la ducha, escucho la puerta abrirse y luego cerrarse.

- ¿Ya terminaste lo de la comida?- pregunto esperando que Jimin conteste.

- Sí, ya está todo organizado, no es por presumir pero me quedó bien bonito. ¿Y tú? ¿Dónde estás?-

- En el baño.- escucho los pasos acercarse hasta que veo a Jimin inclinado en la puerta.

- Vaya, parece que has estado trabajando mucho, ¿no?- dice señalando las manchas de sudor en toda mi camisa.

- No tienes idea, pero hay una buena noticia y una mala. ¿Cuál quieres primero?-

- Mmm, ¿la buena?-

- La buena noticia es que ya hay luz en toda la casa y la regadera funciona.-

- ¡Wu! Por fin. ¿Y cuál es la mala?-

- Que apesto.- le digo y los dos nos reímos.- Qué bien, ¿no? Ya podemos bañarnos en la ducha.-

- Ah o sea, ¿quieres que nos bañemos en la ducha? ¿Así de creíble quieres que sea nuestro matrimonio?-

- No me refería a eso, pero no me negaría.-rueda los ojos, aunque no es una broma.- Lo bueno es que ya por fin sale agua. Fría, pero por lo menos ya no tendremos que usar cubetas.-

- Agh, detesto bañarme con agua fría. No se si prefiero las cubetas.- Jimin no puede evitar hacer un puchero cuando dice eso.

- A lo mejor y podamos encontrar un calentador usado que nos sirva mientras tanto.-

- Sip, buena idea.-

- En fin, ¿te quieres bañar y luego cenamos?-

- ¿Yo? El que debería bañarse eres tú, apestas.- me dice fingiendo cara de asco.

- ¿Ah sí? ¿Apesto? Ven acá entonces.- Jimin abre los ojos sorprendido cuando ve que me dirijo hacia él, así que empieza a correr luego de soltar un pequeño grito de sorpresa. Lo empiezo a perseguir por toda la casa, Jimin gritando cada que me acerco a él hasta que lo agarro de la cintura y lo empiezo a abrazar fuerte.

- ¡Ay no! ¡Qué asco! Ya déjame y báñate.- grita mientras se ríe no haciendo mucha fuerza para separarme de él.

- Tú eres el que quería que arreglara la casa, ahora te aguantas.- en un punto deja de gritar, también se deja de reír y deja de resistirse. Simplemente acepta mi abrazo. Como lo estoy abrazando por detrás y mis manos rodean su cintura, recargo mi cabeza en su hombro y él abraza mis brazos con los suyos.

- En serio aprecio todo lo que has hecho, te has esforzado mucho. Digo, en tan sólo dos días has hecho que este lugar sea habitable. Gracias. Eres el mejor esposo- dice mientras recarga su cabeza en la mía.

- Yo sé que esto no es fácil para ti y que en el fondo tienes mucho miedo, así que sólo quiero que te sientas un poco más cómodo.-

- La verdad yo creí que iba a tener más miedo, pero de alguna forma al estar contigo me siento seguro y ya no siento tanto miedo. Sé que si algo malo pasa tú me vas a proteger.-

Countryside - Jimin x lectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora