Al ser descubiertos en una misión encubierto, el lector y su compañero Jimin se ven forzados a adaptarse a una nueva vida en una granja a las afueras de un pueblito al tener que pretender que son esposos. ¿Podrán dirigir la granja sin ser descubier...
Por más que intento, no puedo dormir. Mi mente simplemente no se calla; parece que no puede dejar de pensar en todo lo que ha pasado, pero principalmente en lo que pueda pasar. Jimin y Caramel lograron quedarse dormidos casi al instante, lo noté por sus respiraciones calmadas, mientras yo llevo aproximadamente una hora intentando hacerlo, sin éxito alguno. Aunque generalmente el calor del cuerpo de Jimin me relaja lo suficiente para poder dormirme en unos pocos minutos, esta vez eso parece no ser suficiente. Decido cuidadosamente levantarme para tomar un poco de aire, pero a pesar de mis esfuerzos Jimin se despierta ligeramente ante la repentina ausencia de calor. Le informo que nada más voy por un vaso de agua a lo que responde con un "está bien bebé" para luego jalar de mis cachetes delicadamente y darme un corto beso en los labios. Veo cómo se vuelve a acomodar en la cama, acurrucándose por el frío de la noche y luego de unos pocos minutos se vuelve a quedar completamente dormido.
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Creo que simplemente no puedo dejar de pensar que ya no estamos seguros; nunca lo estuvimos del todo, pero especialmente ahora, estamos mucho más desprotegidos que antes. El objetivo de cambiar nuestra identidad completamente y mudarnos a un pequeño pueblito justo en medio de la nada, era que estas personas que nos están buscando no nos pudieran encontrar. El problema es que son tan buenos que les fue bastante sencillo hacerlo. Honestamente me sorprende que pudiéramos librarnos tan fácil de los atacantes y con apenas unos golpes, pero estoy bastante consciente de que la próxima vez eso no va a pasar. Su único objetivo es matarnos porque sabemos demasiado y no van a tardar mucho en encontrarnos de nuevo, sólo que esta vez lograrán su cometido.
Me dirijo a la cocina, llenando un vaso con agua para después bajar al sótano donde mi jefe y el equipo siguen trabajando arduamente. Algunos agentes notan mi presencia, pero sólo siguen trabajando mientras me dispongo a leer la información que tienen en las pantallas sobre nuestros atacantes. Creo que las pertenencias que les dimos, pudieron sacar bastante información de ellos, aunque sea inútil. No importa conocer cada pequeño detalle de alguno de ellos, sino de su jefe; eso es lo importante. Además, a pesar de ser bastante información, honestamente no es suficiente para que podamos arrestarlos. Personalmente pienso que arrestarlos sería más que inútil, pues con el dinero y poder que tienen al ser respaldados por su jefe, saldrían libres en muy poco tiempo. Son muy poderosos y tienen a los mejores abogados, por lo tanto, no creo que encerrarlos sea la mejor opción, pero es la única que tiene el FBI. Mi jefe por fin nota mi presencia y se acerca a mí.
- ¿No puedes dormir?- Niego con la cabeza, aunque seguramente él ya sabía la respuesta.- Eres tan terco, pero bueno supongo que en algo nos puedes ayudar.-
- ¿Qué tienen de nuevo?-
- Interrogamos a sus atacantes, pero como ya suponíamos, no revelaron nada. Obviamente saben que si revelan algún tipo de información, tanto su familia como ellos corren grave peligro; no son estúpidos.-
- Creo que yo puedo hacerlos hablar. ¿Me dejaría interrogarlos jefe?- Se queda unos segundos pensando para luego soltar un suspiro y acceder.- Agente Drew.- La chica mencionada voltea y se acerca a nosotros.- Por favor lleve al agente T/N para que interrogue a los detenidos.- La agente asiente y el jefe se acerca a mí para susurrar.- Recuerda que si los golpeas no podemos alegar que fue en defensa personal, y no te preocupes que yo me quedo aquí cuidando a Jimin.- Le regalo una sonrisa, pues él es mi preocupación número uno y la agente me dirige a una camioneta junto con varios agentes más.
