Al ser descubiertos en una misión encubierto, el lector y su compañero Jimin se ven forzados a adaptarse a una nueva vida en una granja a las afueras de un pueblito al tener que pretender que son esposos. ¿Podrán dirigir la granja sin ser descubier...
Me dirijo al baño para tomar una ducha yo también mientras Jimin se cambia. Abro la puerta para notar que ya está vestido con su traje y apenas salgo del baño toma la oportunidad para entrar y arreglar su cabello. Me visto y noto que Jimin todavía se está arreglando no sé qué porque se ve perfecto como siempre, así que entro al baño con él para arreglar mi cabello. Unos 5 minutos después estamos listos para irnos y justo a tiempo porque apenas está empezando a anochecer.
- Bueno, hice lo que pude con lo que tenía.-
- Claro, si tienes perfección nada puede salir mal. No te preocupes amor, te ves hermoso.- sonríe mucho ante mi comentario.
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- Bueno, antes de irnos quería decirte algunas cosas. Aquí está tu arma.- le digo entregándole su pistola.- escóndela en la parte de atrás de tu pantalón. Honestamente dudo bastante que la tengas que utilizar, pero es sólo por precaución; yo también llevo la mía trabada con mi cinturón. Hay que recordar tres cosas muy importantes esta noche. La primera es que nos buscan criminales peligrosos y hay que estar atentos. Cualquier cosa que veas sospechosa, me avisas. Por ningún motivo te separes de mí, hay que estar juntos durante toda la feria. La segunda es que somos esposos y debemos actuar como tal. Tenemos que hacer que la gente lo crea, ¿sí? Sin embargo, si en algún momento me llego a sobrepasar, házmelo saber de inmediato. Y la tercera es que... hay que divertirnos. O sea, sí, nuestra vida está en peligro y blah blah blah, pero también hay que disfrutar.- logro aligerar un poco el ambiente y quitarle la preocupación de la cara.
- Ok, perfecto. Estoy totalmente de acuerdo. Esposo mío.-
- ¿Estás listo?-
- Claro mi amor, vamos.-
Llegamos a la feria y estaciono la camioneta. Le pregunto a Jimin si está listo y me responde que sí. Le abro la puerta y lo ayudo a bajar agarrando su mano y entrelazando nuestros dedos. Empezamos a caminar hacia la diversión y vemos muchos niños corriendo y jugando hasta que nos encontramos con Clara y María. Nos dan la bienvenida y nos empiezan a presentar con todos los vecinos. Prácticamente pasamos una media hora presentándonos con todo el pueblo hasta que por fin nos logramos escapar. Varios vecinos nos sugirieron ir a las atracciones de la feria, entonces nos dirigimos a unos puestos que tienen de basquetbol. En tan sólo 30 segundos yo logro 10 canastas, mientras que Jimin sólo 5, lo cual hace que se enoje, pero no le dura mucho porque el señor encargado del puesto le da una paleta por haber participado y luego otra a mí. Pasamos a varios puestos, Jimin deteniéndome cuando quiero ir al juego de las escopetas; resulta que eso de alguna forma pone en riesgo nuestra identidad secreta porque obviamente los dos somos buenos tiradores. También me detiene cuando quiero ir a un juego con un barril y mucha agua que se ve interesante, porque me dice que hace frío y me puedo resfriar. Básicamente jugamos un poco hasta que llegamos a un área repleta de adultos bailando, tomando, charlando, entre otras cosas. Hay una banda en vivo así que está bastante entretenido el ambiente. Unos vecinos que apenas conocimos se acercan a nosotros ya medio borrachos.
