Capítulo 16

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Después de nuestra cita decidimos pasar todo el día en la casa, relajándonos. A Jimin le costó tanto relajarse que apenas llegamos a la casa se puso la pijama y se acostó en el sofá, a pesar de que seguía siendo de día. Mientras caminábamos por el pueblo antes de ir de regreso a la casa, encontramos una tienda que vendía televisores viejos y esas cosas. Nos metimos sólo por curiosidad, pero encontramos una antena casi que regalada, entonces llegando a la casa la instalé y funciona perfecto. Ahora tenemos cerca de 20 canales en la televisión, lo cual nos ha hecho bastante felices durante estos días. Aunque por alguna desconocida razón, llega un momento en el que se sincronizan de tal forma que todos están en comerciales a la vez, no sé cómo es eso posible, pero gritamos bastante por la frustración cuando eso pasa. Cómo nos choca. El lunes y martes fueron días duros, quién sabe por qué había tanta gente fuera de su casa comiendo, pero el miércoles por fin llegó y ayer nos enteramos que es un día festivo. ¡Yupi! No entendimos exactamente qué se celebra, pero honestamente no nos importa; sólo festejamos porque es un día libre para nosotros y tenemos el mejor plan para hoy: no hacer absolutamente nada.

Jimin y yo nos despertamos, nos quedamos en la cama acurrucándonos como de costumbre y luego de varias quejas por parte de nuestros estómagos por el hambre, nos hicimos de desayunar. Pasamos la mañana de lo más normal acostándonos en el sofá, Jimin acurrucado en mí mientras vemos una película. Jamás me podría cansar de esto. Jamás me cansaré de sentir el calor del cuerpo de Jimin junto a mí. De su tranquila respiración cuando se queda dormido junto o encima de mí. De cada vez que me regala una linda sonrisa y sus ojos se cierran tanto que casi desaparecen. De las miradas picaronas que me da. De los pucheros que me hace porque sabe que con esos conseguiría lo que sea. De sus caricias y la manera que le encanta jugar con mi cabello. De la forma en que me motiva cuando ya no tengo esperanzas. De su hermosa actitud todos los días, sin importar lo mal que estén las cosas. De la forma en que sin importar cómo se vista siempre se ve hermoso. De sus manitas tiernas con cientos de anillos. De la forma tan tierna en que se frustra. De la forma que es tan tierno y amoroso con absolutamente todo el mundo. De sus besos. Demonios, estoy seguro de que son más adictivos que la droga, jamás me cansaré de ellos.

El sonido de mi celular interrumpe la película, mis pensamientos y los pequeños circulitos que dibuja Jimin en mi pecho. Saco mi celular del bolsillo para ver que me está llamando Clara, nuestra vecina. Qué raro. Le muestro el celular a Jimin que también con cara de confundido me dice que conteste, así que atiendo el celular.

¿Hola?

¡T/NI! Hola, ¿cómo estás?

Bien, bien. ¿Tú cómo estás?

Bien también. ¿Por casualidad interrumpo algo?

No, no, para nada. Sólo estamos viendo televisión.

Ah ya veo. Con que disfrutando del día libre, ¿no?

Sí, bastante. ¿Y ustedes?

Bueno, nosotras decidimos aprovechar el día y hacer algunas tareas atrasadas en la granja.

Oh, ya veo. Muy bien. Qué productivas.

Jaja sí, pero necesitamos ayuda para cargar ciertas cosas y como tú eres fuerte, pues se me ocurrió llamarte para ver si nos podrías ayudar. 

Mmmm. Volteo a ver a Jimin quien aparentemente ha estado escuchando toda la conversación y me hace señas de que vaya. Sí, está bien. Déjame cambiarme y voy para allá.

Countryside - Jimin x lectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora