Esa pulsera [Fargexby]

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Bésame ya joder ¿Cuánto tengo que esperar?

Los días pasan de la forma más rápida posible, las vacaciones han acabado y ni siquiera me he dado cuenta de ello, a pesar de que es enero y sigue haciendo bastante frío el ambiente navideño ha sido cambiado por la rutina.

Camino junto con Luzu al instituto como siempre mientras hablamos de lo que vamos a echar de menos despertarnos tarde y no tener trabajos. 

Al llegar Auron está esperando a su querida pareja en la puerta de la clase, el del gorro negro de la un beso en la mejilla y luego pasamos al aula. Siempre soy la tercera rueda, es tan triste. 

Entramos y me sorprendo al ver que David se nos ha adelantado a todos y ya está sentado en su silla habitual. Me siento a su lado y este saluda con una radiante sonrisa para después informarme de que va a aplicarse más en los estudios y así no centrarse en cosas externas como las chicas.

-¿Ese es tu propósito de año nuevo? -bromeo sacando el libro de historia.

-Sí, entre otros.

Desde que lo dejó con Dulce ha estado un poco raro, ha intentado preocuparse más por el resto y meterse en los menos líos posible, cosa muy poco común en él. Aunque le preocupábamos nunca ha sido de expresarlo y bueno... Su hobby favorito ha sido liarla cada vez que podía.

Durante la clase sin querer tiro todo el estuche al suelo, todo el mundo se gira para ver de donde ha salido el ruido y me pongo rojo como un tomate. Que gran inicio de trimestre, nada puede salir peor.

Me agacho para recoger las cosas que se han salido y David hace lo mismo para ayudarme, en un punto de este proceso nuestros ojos se encuentras y yo aparto la vista rápidamente enrojeciendo aún más al oír una silenciosa risa por parte del otro.

Al terminar las tres primeras clases nos dirigimos al patio ahí es cuando David me para y me lleva detrás del resto de amigos.

-Alex, te quería pedir una cosa...-empieza un poco avergonzado- Como te he dicho antes quiero continuar el curso bien y como tú eres de los mejores alumnos...

Levanto la ceja para que continúe y este ríe de forma nerviosa. Sé lo que quiere, pero me apetece que sufra un poco, así sabe lo que significa ponerse así.

-Joder, ya me entiendes ¿estudiarías conmigo? Si no te importa claro, si no quieres lo entenderé.

Claramente le voy a decir que sí, ni loco desaprovecharía esta oportunidad, aunque pensarlo me pone un poco nervioso.

-Ummm no sé -respondo pensativo. Al ver su cara de decepción la broma se me pasa al segundo-. Por supuesto que sí, era broma.

Me abraza con gran alegría y luego pone sus manos en mi brazos.

-Te debo una enorme, eres el mejor -me vuelve a abrazar.

-No me debes nada, cuando quieras solo avísame -asiente con ímpetu y retomamos el camino hasta nuestros amigos.

Al terminar las clases le cuento a Luzu lo que ha pasado antes de que llegue el del pelo largo, la emoción corre por mis venas, es inevitable.

Después de unos minutos llega el siempre impuntual Fargan y caminamos hasta nuestras casas.

-Esta tarde salimos todos, hay que aprovechar hasta que tengamos que estudiar -dice Luzu con una sonrisa.

-Tienes razón, hoy es viernes... Lo que significa que podemos acampar en casa de Samu. Esto de que empiece el curso en viernes es lo mejor que nos ha pasado -acepto.

-Ahora mismo lo escribo por el grupo -anuncia David sacando el móvil de su bolsillo.

Al segundo llena un montón de mensajes y a regañadientes Samuel acepta que de todos modos vamos a ir igual.

Por la tarde no me olvido de recoger mis cosas para llevarlas a casa de mi amigo. 

Hacemos nuestra rutina: comprar, ver película, cenar y videojuegos. Lo que pasa es que hoy sustituimos algunos videojuegos por algún que otro juego de mesa que encontramos en la habitación de nuestro amigos. 

Durante una partida de monopoly que me está pareciendo interminable noto una mano sobre mi rodilla. La miro sorprendido y veo que la mano es de Fargan, prefiero no mirarlo ahora mismo a la cara porque verá que estoy rojo.

Vuelvo mi concentración al juego y sonrío como un tonto, si supiera leer la mente me denunciaría por acoso mental, lo tengo muy seguro. Lo único que me hace sentir un poco mal es la pulsera, la sigue llevando no sé porqué.

-Dono todo mi dinero a una ONG y me voy de la ciudad -gruñe Fargan harto del juego que tan mal se le da.

Reímos y este deja todo su dinero esparcido por el tablero, bueno el poco que tenía.

-Tontito, ven aquí no puedes hacer eso -se queja Samu.

-Sí que puedo, lo estoy haciendo.

Quita sus pocas propiedades del tablero y lo deja todo en el centro del juego, ante este gesto Samuel frunce el ceño y el resto reímos.

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