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"Toda una vida me estaría contigo, no me importa en qué forma, ni dónde ni cómo, pero junto a ti, toda una vida te estaría mimando, te estaría cuidando como cuido de mi vida que la vivo por ti."

***

LENI

—Leni—escucho una voz a lo lejos llamándome —Leni, cariño, tienes que despertar— doy un gran suspiro y giro en mi cama quedando boca arriba —no sé como puedes dormir tanto, es el día de tu boda, yo estaría muriendo de nervios— mis ojos se abre de par en par.

¡MI BODA!

Me levanto de golpe y escucho a mi madre reír. La miro, tiene una coleta alta y su cara luce algo cansada, creo que ella es la que no pudo dormir en toda la noche.  

—¿Qué hora es?— 

—Las nueve— uff, creí que era medio día —el vestido ha llegado, será mejor que te bajes para que comiencen a maquillarte y peinarte, la misa es en cuatro horas— me da un beso en la mejilla y se sale de mi habitación. 

Me levanto de la cama y voy al baño, me miro en el espejo.

 ¿en verdad me voy a casar? ¿y si Jeff se arrepiente y me deja plantada en el altar? 

Me lavo la cara con agua helada para quitarme el sueño y también esos pensamientos que me queman la cabeza. Me baño lo más rápido que puedo, no quiero hacer esperar aún más al estilista. Me visto con un short y una blusa de tirantes y como mi cabello esta muy pequeño, lo sujeto con dos pasadores para que no me toque la cara, espero que encuentren un buen peinado para el tamaño de mi cabello, aunque sea sencillo.

Salgo de la habitación y veo a todos caminando con prisa de un lado a otro, eso hace que mis nervios aumenten. 

—Por fiiiiiiin— escucho a Lucí gritar —creí que habías muerto de un paro cardiaco por la emoción— 

—Claro que no boba, es solo que no había dormido bien las ultimas semanas y ayer por fin pude hacerlo— digo bajando las escaleras.

—Eres rara— le saco la lengua y ella me pasa un plato con fruta —¿quieres comer algo más? — niego.

—No, no quiero vomitar todo mi desayuno en la ceremonia— hace una cara de asco y desaparece por la cocina-

—¡Hola hermosa!— el estilista, es un viejo amigo de mi madre, es muy bueno con su trabajo, es por eso que decidí contratarlo.

—¡Hola!— me acerco para darle un abrazo.

—Toma asiento, es hora de que empecemos, el tiempo se pasa volando— rio y me siento en una silla alta, frente a un espejo con luz. Observo todo, hay demasiados productos, no tengo idea de para que son —es increíble que hoy te casas, no puedo creerlo— dice mientras comienza a peinar mi cabello, sonrió nerviosa —cuando tu madre me llamo creí que por fin ella se casaría pero cuando me dijo que seria para ti, me fui para atrás, creí que aun tenias quince años— 

—Lo sé, yo tampoco puedo creerlo, casarme con veinticuatros años, jamás lo imagine— le confieso.

—Cuando uno se enamora, hace locuras—

tenerte eternamente (NEUM II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora