tenerte eternamente (NEUM II)

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"Si eres una mujer fuerte prepárate para la batalla: aprende a estar sola, a dormir sola, a dormir en la más absoluta oscuridad sin miedo a que nadie te tire sogas cuando ruja la tormenta, a nadar contra corriente."

***

Han pasado varias horas desde que salí de casa, ya esta anocheciendo. El día paso rápido entre mis pensamientos, no he recibido llamadas ni mensajes de parte de Jefferson. He estado caminando por el pueblo sin rumbo fijo, mis pies me han empezado a suplicar un descanso, me siento en una silla frente a una fuente. 

Observo todo a mi alrededor, Stone Valley es realmente bonito, parece un lugar sacado de un cuento de hadas, sin embargo no todo es lo que parece, mi mente va hasta la comunidad olvidada.

No es justo que vivan así. 

—¿Leni?— alzo la mirada y me encuentro con una chica morena y de cabello chino. 

—Si— sonrío un poco.

—Soy Eleonora— mis ojos se abren por la sorpresa y me levanto rápidamente.

—Oh, mucho gusto, estaba ansiosa por conocerte— le digo sincera —no tenia idea de que ya habías llegado al pueblo—

—Llegue hoy por la tarde, fui de compras— dice sonriente y alza algunas bolsas con comida —yo también estaba ansiosa por conocerte—

—Alex me ha hablado mucho sobre ti— 

—¿En verdad?— asiento —¿te gustaría ir a mi casa a platicar y conocernos un poco más?— 

Lo pienso un poco, no me siento con ánimos de hablar mucho, pero acepto. Tal vez estar acompañada de alguien me haga distraer mi mente. 

—Claro, vamos— sonríe ampliamente. 

—Es por esa calle— señala detrás de mi y yo la sigo.

—Vives muy cerca del centro— rio. 

—Si, creí que tu también vivías cerca, pero Alex me dijo que vives un poco más lejos— mis ojos se abren al ver la casa que esta frente a mis ojos —es ahí— 

—¿Esa es tu casa?— no puedo evitar mostrar mi sorpresa.

Es enorme, de tipo colonial, tiene un gran jardín, muchos arboles alrededor y una hermosa vista. 

—Si, en realidad era de mi madre, la compro hace algunos años y la remodelo— la mira unos segundos— bueno, solo remodelo el interior ya que quería conservar el estilo colonial que tiene por fuera— 

Caminamos hasta la puerta, me ofrezco a ayudarla con las bolsas para que pueda abrir la puerta y se hace a un lado para dejarme entrar primero. 

—Parece un castillo— confieso y ella ríe. 

—¡Mamiiiii!— una niña de por lo menos cuatro años, viene corriendo en nuestra dirección— 

—¡Holaaa!— Eleonora se pone en cuclillas para abrazar a la pequeña —saluda a Leni, es una amiga de mamá— la pequeña me mira algo avergonzada y da pequeños pasos hacia mi.

—Hola— me inclino y la saludo apretándole levemente la mano.

—Hola pequeña, tienes un cabello muy hermoso— sonríe.

—Tu eres muy bonita, pareces una princesa— rio y miro a Eleonora, quien la mira tiernamente.

—Parece que tu vives en el castillo de la princesa— bromeo.