Capítulo 7

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El día estaba más caluroso ahora. Luego de muchas tormentas las semanas pasadas, ahora el sol resplandecía las montañas y alimentaba la vegetación anunciado una nueva estación.

Byul miró hacia los caballos, que comían la hierba a unos metros de ella.

Estaba mal. Llevaba las últimas semanas pasándola fatal; si acaso comía la mitad de la comida que su madre preparaba para ella, dormía solo cuatro horas al día y en las mañanas se retiraba temprano para que su familia no la viera destruida, como lo estaba.

Llegaba antes de su turno a la finca de los Nam. Parqueaba su auto lejos de la entrada, un Hyundai accent 2010, el que le había pertenecido a su padre antes de irse.

Apoyaba su cabeza en el volante, y se quedaba pensando por horas rodeada de los vidrios empañados por el frío mañanero y el olor a auto viejo.

Si pudieran leerle los pensamientos ahora, era lo mismo una y otra vez. Yongsun.

A veces se quedaba dormida sobre el volante y cuando lo hacía era su oportunidad para relajarse. Sus hombros estaban tensos, su oído derecho amanecía tapado por la presión, ahora sufría de taquicardia y como si no pudiera sufrir más, tenía un dolor en los hombros horrible.

También el profundo dolor en su corazón que sintió durante días, no lo había dejado de sentir ningun solo minuto.

Yongsun le había dejado.

Pudo haberse quedado en aquel bar una noche, bebiendo inconsolable todos los días pero no, ella debía ser fuerte, o al menos disimularlo.

Debía seguir adelante con los Nam, quedarse allí, esperando a que pasara un milagro y Yongsun le perdonara su falta.

Ansiaba volver a tocarla.

Buscó en el bolsillo de su jeans la caja de cigarrillos.

Había empezado con un pequeño vicio, algo que la relajaba pero poco a poco la estaba matando.

Cuando logró sacar un cigarrillo de la caja y se lo ponía entre los labios, escuchó unos pasos tras de ella, lo encendió y guardó el encendedor.

Se limpió el sudor de la frente, y acomodó su sombrero esperando a quien sea.

Detesto que las personas fumen.

A Byul se le cayó el cigarrillo de los labios por aquella voz.

Se había quedado paralizada unos segundos y luego volteó a ver a Yongsun que estaba a su lado.

¿Acaso era un milagro?

Sus labios temblaron, y procedió a quitarse el sombrero pero Yongsun la detuvo. Le había tocado la mano en el proceso. Byul miró hacia ese agarre sin poder creérselo aún.

O ¿Era parte de una alucinación?

Todo lo que había estado deseando con fuerzas estaba dando pie con que Yongsun estuviera ahí, justo a un lado de ella.

Estaba hermosa.

Yongsun alejó la mano y las colocó en su vientre. Eso le encantaba, Yongsun siempre se abrazaba a su panza que cada vez sobresalía más.

Disculpe. — aplastó el cigarro que humeaba entre la hierba con la suela de sus botas y lo recogió para meterlo en su bolsillo.

No podía mirarla.

Estaba tan ansiosa de tenerla justo ahí que Byul creía que si pestañeaba de una forma anormal, Yongsun se iría.

En cambio, su patrona esperaba al menos una ojeada.

RIDING [Moonsun G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora