Capítulo 23

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— No puede ser.

Krystal volvió a fijar su vista en la ventana. Tenía sostenida la cortina con una mano y con la otra se apoyaba en el vidrio.

Acababa de estar totalmente preparada para el día tan ocupado que tendría, cuando Wheein le llamó extrañada de que Eric estuviera frente a la Hacienda Jung.

— ¿No sabías que venía?

— Negativo, y menos a estas horas — contestó ella echando la cortina para cubrir el ventanal.

Se giró y caminó para salir de la estancia en donde su hermana estaba compartiendo un delicioso desayuno con su padre.

— Es muy temprano Krys, deja que regrese por donde vino — le dijo su padre antes de que Krystal desapareciera en el pasillo.

Ella sonrió.

— Me encantaría dejarlo pasar, pero no parece traer buenas noticias.

— Iré contigo entonces — Wheein se levantó, su padre le dio la aprobación gustosamente de que se acompañarían.

Krystal encogiéndose de hombros, esperó a su hermana. Ya después que salieron de la casa hacia el portón — que a comparación de los Nam, era más cercano a la casa — Krystal dejó salir un suspiro tembloroso.

Eric desde lejos se veía que estaba bebido.

Aún así, con el caminado seguro que disparaba Wheein, ella continuó con el semblante serio hasta que llegaron y ella misma abriera con llave la cerradura.

— Buenos días Eric, ¿ocurre algo?

Wheein le colocó la mano en el hombro a Krystal quien le observó extrañada, a luego le hizo una seña con la cabeza para que mirara a Eric.

Él las miraba furioso. Estaba vestido igual que la noche anterior, ni siquiera regresó a casa para dormir. Había ido por su cuenta a un pequeño bar localizado muy cerca de la finca y tras una serie de cavilaciones vagó hasta los Jung en la madrugada.

Ellas se enfocaron, en el aspecto tan desapacible que dibujaba en su rostro. Una completa mueca en los labios, lo cual hacía verse grosero, y sus ojos estaban rojos y perdidos.

Estaba borracho, sí. Pero Krystal halló en sus ojos lágrimas.

— ¿Estás bien? — preguntó dejándole el seguro al portón.

Teniéndolo en esas fachas, era mejor prevenir que lamentar.

— ¿Te parece que estoy bien? Necesitamos hablar... — habló, sorpresivamente para ambas, muy bien — Abre.

— No lo hará — demandó Wheein.

Eric dio dos pasos más cerca hacia el portón, pero a pesar de su movimiento dominante ambas hermanas no se dejaron intimidar y permanecieron quietas.

— Voy a salir yo, no quiero que mi papá te vea así y llame a los refuerzos — avisó Krystal después de unos segundos al darse cuenta que nada iba a resolverse si ella no contribuía.

Wheein no estaba convencida de seguirle la corriente a ese hombre. Estaba enterada por los relatos de su hermana, sobre la actitud de él aquel día en que ella se dio el beso con Byul, y en la fiesta.

No quería que Eric involucrara a su hermana en sus asuntos.

Pero Krystal le asintió levemente haciéndole saber que iba a estar bien, y Wheein no se pudo negar. Aún así ella se quedó pegada al portón expectante a por si tenía que ayudarla.

Krystal salió luego de quitar la cerradura, la colgó con la llave todavía pegada, y dudosa se acercó a Eric.

— Qué pasa.

RIDING [Moonsun G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora