¿Sabes esa sensación, cuando luego de muchos minutos soportar la respiración bajo el agua, sales a la superficie e inhalas todo lo que puedes?
En este mismo momento, Byul respiraba gratamente el aire que entraba por la ventana y pegaba en su rostro.
Muchas noches ella se imaginó escapando con Yongsun de esa casa. Se imaginó a ellas huyendo por la noche, asustadas y agitadas de tanto correr, ella llevando a Sunnie en sus brazos dormida. Se había imaginado en las praderas en plena madrugada, con una linterna llevando a Yongsun de la mano hacia donde sea que vieran luz. Se imaginó cargando su pistola y rogando no tener que usarla.
Se había imaginado de todo.
Lo que menos ella se esperaba, era estar plácidamente una mañana viajando en su auto con Yongsun y Sunnie en el asiento trasero emocionadas a dónde irían.
Llevaban más o menos diez minutos de viaje por las montañas, dando vueltas en la curvas y ver a Yongsun disfrutar de las vistas junto a Sunnie.
Seulgi se había ofrecido a conducir luego de que Byul se mostrara no capacitada para hacerlo todavía por la noticia de que esperarían otro bebé. Seulgi aun no sabía de esto, estuvo pensando solamente que su hermana estaba muy emocionada.
Byul aprovechó del viaje para ver por pequeños tramos al retrovisor de su puerta como Sunnie apoyaba sus manitas para ver por la ventana todas las cosas que pasaban rápido de su vista. Byul presenció algunos latidos rápidos con solo aquella imagen.
Ella estaba dejándose llevar por las emociones.
Apretaba sus manos apoyadas en sus rodillas con ansiedad, y Seulgi alejando su mano del volante lo llevó al hombro de Byul para apretarlo como muestra de apoyo. Luego de eso, Byul continuó mirando intermitentemente por el retrovisor.
A través del trayecto, dejó que algunos pensamientos le arrebataran a segundos la felicidad.
¿Qué pasaría si Eric llegase como loco a la casa de su familia y le arrebatara a Yongsun de las manos? O que se saliera con la suya en el tribunal y permanentemente las alejara de ella.
Tan solo imaginarlo el corazón le amenazaba con salirse.
Pero mirando nuevamente al retrovisor, todos sus males se desvanecían. Soltó una pequeña sonrisa al ver que Sunnie estaba quedándose dormida.
Yongsun que para ese entonces miraba a la ventana con la garganta seca, y el semblante inexpresivo porque no podía con la emoción de llegar ya al hogar de Byul, sintió que Sunnie en sus piernas se tambaleó hacia el frente y fugazmente movió sus manos hasta sostenerla y acercarla para que recostara su espalda en su pecho.
Ella le dio un suave beso en la coronilla de la cabeza y apoyó su mejilla en el mismo lugar mirando hacia la ventana.
Byul no alejó sus ojos del retrovisor, había visto como Yongsun hacía todo eso y se mantuvo observandola por más tiempo.
Apartaba la mirada solo cuando escuchaba que Seulgi hacía un comentario sobre el tiempo, o cómo tal parte de los campos se veía diferente por las lluvias y demás.
Seulgi comenzaba a hablar al notar que su hermana se mostraba como bala perdida hacia el retrovisor. Seulgi sentía que Byul totalmente callada, estaba pensando de más, que dejaba volar sus pensamientos sin importar el momento actual. Intentaba volver al presente y que disfrutara de lo que realmente importa.
Lo sabía porque el rostro de Byul aveces se vio a dar una expresión decaída y cuando fruncía las cejas y las soltaba, su cara se ponía lamentable.
Byul se desabrochó el cinturón de seguridad cuando ya Seulgi daba la vuelta en la última esquina para entrar al terreno de su familia.
Pasaron por un camino pedroso, demorando unos cinco minutos hasta que se vio un muro de concreto de dos metros que se extendía a lo lejos sin verse el final. A medida que avanzaban, Seulgi comentaba, por las nubes grisáceas que se cruzaban en una montaña al fondo de la carretera, que seguramente toda la tarde iba a llover.