Habían pasado unas semanas solamente.
Se sentía cerca el fin de mes. El fin de todo.
Byul nuevamente haría el esfuerzo de convencer a Yongsun de largarse de ese lugar. Era necesario para ella al menos intentarlo una vez más.
Había estado planeando todo mentalmente mientras estuvo de visita en su propia casa. Su madre la acogió con los brazos abiertos aquel día, estaba que explotaba de emoción al verla.
Por las noches no dejó de pensar en Sunnie. Se sentía mal el haberlas dejado solas un fin de semana completo.
Pero no todo acababa ahí. Byul en realidad había sido convencida por Yongsun de tomarse un descanso y visitar a su familia; Yongsun le había dado un número de teléfono el viernes por la noche que estuvieron juntas, y en cuanto Byul estuvo sola en el establo lo agregó a sus contactos para enviar un mensaje.
Le habían respondido con una foto. Yongsun le había enviado una foto de Sunnie, y Byul se la pasó toda la noche riendo por lo confundida que salía en ella.
En pocas palabras, con eso se sintió segura de ir unos pocos días con su madre, la cual lo aprovechó al máximo.
A cada rato llegaban a su teléfono imágenes de Sunnie, y con eso logró estar tranquila en las noches. Era como si con cada imagen le aseguraba que estaban bien.
Sunnie estaba cada vez más grande, y cada instante que pasaba con ella se volvía más corto. Por otro lado, Yongsun le había dicho lo impactada que estuvo cuando conoció a su hermana Seulgi y también el hecho de que era una mujer muy importante en el ámbito ganadero.
No por nada tenía esa clase de relación con Eric. Yongsun mientras intentaba dormir esa noche se dio cuenta a lo que se refería Byul con tener dinero para mantenerlas.
Esa era una de las razones por las cuales no se había ido antes con ella. No saber cómo sobrevivirían con el poco dinero que recogerían con trabajos frágiles. Se sentía falta pensando de esa forma, que solo se quedó en esa casa por darle una mejor vida a su hija, pero aquel tema era un diminutivo.
Ella pensó que era una decisión buena, ya que solo importaba el bienestar de su bebé.
Y mientras tanto, ella con miedo se quedó, haciendo sufrir a Byul y dándole una vida a Sunnie en dónde el amor maternal no estaba completo. Porque Eric para nada se había relacionado bien con Sunnie, y nunca lo haría.
Yongsun no quería privarle a ninguna de las dos el derecho de amarse. Entonces tenía que empezar a actuar.
Byul continuaba pensando que Yongsun no se arriesgaba a dejar esa casa por miedo a lo que haría Eric, y en cierta parte era así. Pero ella misma se encargaría de hacerle ver lo protegida que estaba si confiaba en ella.
Byul tenía muchos planes.
Iba a ser hora del almuerzo, Byul estaba trabajando arduamente, entonces recordó que Sunnie empezaría el jardín de niños el siguiente lunes.
Se programó estar despierta muy temprano para verla partir a su primer día, aunque para ella era muy apresurado el matricularla ya a tan corta edad.
Pero era absolutamente obvio que Eric le diera la mejor educación siendo su única hija. Byul se sentía completamente inútil pensado eso, pero enseguida ladeaba la cabeza con el objetivo de despojarse de esos pensamientos.
Ella necesitaba estar fuerte. Tener fuerza para demostrarle a Yongsun que no pasaría nada malo, que no se dejaría derrotar.
"Byul mira", la suave voz de Sunnie diciendo aquello le hizo sonreír y mirarla enseguida.