— Calma, calma...
Con un comando, Eric hizo que el caballo empezara que galopar en un solo lugar.
Byul estaba a su lado viendo que todo en el gran cuerpo del animal estuviera bien. Tenía sujetado unas tiras de cuero por si se salía algo de control — sugerencia de Eric — aunque no era necesario para ella.
No aplicaba ninguna clase de maltrato hacia los pobres animales.
Eric hizo un sonido con su boca para apaciguar el andar del animal.
No muy lejos de ellos, más allá de los laterales de la casa estaba Yongsun y Sunnie en un tapete, con sábanas, juguetes, jugo de naranjas y risas por todos lados.
— Fíjate en las patas traseras. — le indicó Eric.
Byul hizo lo que dijo, luego le afirmó que estaban bien.
Seguía al caballo a todos lados mientras Eric lo conducía. Estaba ya cansada de estar apropiadamente dos horas en eso.
Escuchó risas, risas angelicales, pensó Byul. Miró hacia donde sabía que provenían y sonrió.
Hyejin se había unido a ellas, y hacía una introducción a su llegada con una especie de danza que hizo reír a Sunnie.
Ahora estaba distanciada de Eric y este no le dijo nada, pero en cuanto Byul lo miró supo que la había atrapado mirando.
Ella apartó la mirada y corrió para colocarse a un lado del caballo y prestar atención. Se había asustado, y el silencio que se propagaba en ellos lo hacía todo más tenso.
Ella esperó que le dijera algo, sin embargo, continuaron con los actos hasta pasar al siguiente caballo traído por Jin al campo.
Byul ajustó las riendas y las carrilleras en la cabeza del caballo antes de que Eric subiera.
Jin se fue corriendo apenas lo dejó y Byul sonrió por como este lo hacía.
— ¿Qué es tan gracioso?
Ella dejó de sonreír y negó con la cabeza en dirección a Eric.
Él subió con esfuerzo al caballo. El animal fue difícil de controlar y eso era algo que no lo podía permitir. Le dijo a Byul que hiciera una nota mental de ese caballo. Pablo.
Era obvio que Eric no supiera del trato amistoso que Byul tenía con ellos, o de las veces que los caballos con simples cosas hizo reír tanto a Sunnie.
Byul evitó sonreír. En cambio, mientras Eric replicaba con el caballo, ella miró nuevamente hacia las demás.
Ahora parecía que hablaban animadamente de algo. Hyejin tenía a Sunnie sentada en sus piernas, abrazandola con adoración y también le daba besos en la parte superior de su cabeza. Tenía hechos dos moñitos a cada lado, y puesto un vestido similar al de Yongsun; uno blanco con un diseño que Byul no podía ver desde donde estaba.
Sus ojos fueron directo hacia Yongsun. Es que no podía evitar pensar en lo divina que estaba todos los días. Su cabello lacio puesto hacia un lado sobre su hombro, su sonrisa...