MI DECISIÓN (The Lost Canvas x Tú)

Mi nombre es Ema

En su cabeza no paraba de pasar una y otra vez la imagen de esa joven.
Quién era? Por qué nunca la había visto por el santuario? Tampoco en el pueblo de  Rodorio. Por qué demonios actuaron de una manera tan vil con ella? Por qué no fui yo quien la defendió?
Mil preguntas hacían eco en su conciencia. Pero entre tantas dudas solo tenía una certeza... Volverla a ver.

Escasamente pudo dormir esa noche. Era la primer vez que Dohko se sentía tan movilizado por una mujer. No era la preocupación o la sensación de protección que tenía con su Diosa, esto era diferente. Y lo que más extrañeza le causaba era que jamás lo había sentido antes.

Con los primeros rayos del sol decidió salir de la cama. Se dio un baño, para relajar la tensión que había sentido la noche anterior pensando en ella. Se cambió, comió algo ligero y decidió ir al templo de Shion. Considero más oportuno ir acompañado por su amigo al templo de Sage, ya que fue el quien la encontró ayer en el bosque.
Las escaleras se hacían eternas como la ansiedad por tener noticias de ella.
Llegando al templo de Aries procedió a anunciarse, al ver a lo lejos a su amigo.

-Dohko: buenos días Shion!
-Shion: Oh! Buenos días amigo! Que te trae tan temprano por aquí?- dijo esté, sospechando las intenciones de libra.
-Dohko: creí conveniente que nos acerquemos al templo del patriarca para preguntar cómo se encuentra la jovencita que auxiliaste ayer en el bosque.- dijo algo ansioso.
-Shion: tienes razón... Ayer se encontraba inconsciente al momento de traerla al santuario- dijo pensativo.- espero que ya haya recobrado el conocimiento.
-Dohko: bueno amigo, que te parece si vamos a ver a Sage, a ver qué novedades tiene.- dijo comenzando a subir las escaleras en dirección hacía donde se encontraba la joven resguardada.
Shion simplemente siguió al libriano.

Mientras subían las escaleras el ariano pudo sentir la preocupación que invadía a su mejor amigo. Si bien era cierto que esté tenía una visión de la justicia y el deber muy marcada, esto ya le parecía extraño.

-Shion: oye Dohko tú te encuentras bien?- dijo mirándolo con algo de preocupación,sin detener el paso.
-Dohko: si... Por qué lo dices?- dijo un poco incómodo.
-Shion: es que desde que pasó lo de ayer te noto muy preocupado, y tu no eres así.-dijo calmadamente.
-Dohko: no te preocupes, estoy muy bien amigo. Es solo que...- no podía decirle lo que le pasaba, ni el podía entenderlo, no descifraba sus propios sentimientos, y no quería quedar como un tonto frente a él,- olvídalo, no es nada. Yo estoy bien!- dijo con una sonrisa.

Sin darse cuenta ya se encontraban a pasos de la gran puerta que daba acceso al templo del patriarca.
El estómago de Dohko se había convertido en una bola de nervios. Por dentro deseaba con todo su corazón volverla a ver. Imaginaba volverla a tener contra su pecho. Esa sensación no podía sacarsela de su cabeza.
El lemuriano se acercó a la puerta, toco y procedió a anunciar su llegada.
-Shion: Señor Patriarca, soy el caballero de aries, disculpe nuestro atrevimiento,-dijo de manera respetuosa- necesitamos saber, el caballero de Libra y yo, cómo se encuentra la joven que rescate ayer de los bosques.

La puerta se abrió y los jóvenes ingresaron al templo.
-Sage: mis nobles caballeros, me alegra mucho verlos aquí. la joven se encuentra en buen estado de salud,- dijo con voz solemne- solamente tiene un golpe en su tobillo derecho y en su cabeza a la altura de la nuca- noto como el caballero de Libra cambio su expresión a una de preocupación- pero ninguno es de gravedad.
-Dohko: disculpe mí atrevimiento Señor Patriarca, pero habría alguna posibilidad de que podamos verla- dijo con temor en su voz, tenía muchas ganas de verla pero no quería ser importuno- aunque sea por un breve lapso de tiempo?

Hubo un silencio en el templo. El patriarca se levantó de su sillón y se dirigió a estos.
-Sage: síganme por favor, veremos si ella se encuentra en condiciones de recibirlos. - hizo un ademán de manos para que lo siguieran.
Ambos caballeros se pararon y siguieron por un largo pasillo, que conducía a unas pocas habitaciones detrás del templo.
Se paró frente a la puerta y golpeó para anunciarse.
-Sage: disculpe la molestia señorita, soy Sage, los jóvenes de los que le hable ayer vinieron a ver cómo se encuentra- dijo con la cara casi pegada a la puerta- son los caballeros que la auxiliaron.

Se escuchó un silencio y luego de eso unos pasos.
Lentamente se fue abriendo la puerta de la habitación, y tímidamente se asomó la jovencita.
Dohko la había recordado como alguien muy linda pero estaba inconsciente, con su cara semi oculta por el cabello, en cambio así, de pie, con sus ojos mirándolo tímidamente y respirando su mismo aire no cabía en su mente tanta belleza junta, como podía ser tan cautivantemente hermosa.

-Sage: disculpa la molestia, mis valientes caballeros querían saber cómo te encuentras- dijo con una sonrisa- ellos te trajeron aquí.
-Ema: muchas gracias por haberme auxiliado- dije mirando al hombre de cabello largo color verde limón, vagamente podía recordarlo- sin ti, sin ustedes podría haberme pasado algo horroroso. No tengo palabras para agradecer su valentía.

Aún no podía asimilar todo lo sucedido. Por qué estoy aquí, que es este lugar. Pero debo actuar "normal", por lo menos hasta averiguar qué me pasó. El anciano me dijo que debía hablar conmigo.

-Shion: me alegro mucho que se encuentre en buen estado de salud.- dijo esté inclinándose- mí nombre es Shion soy el caballero de Aries.- espero que su amigo también se presentará. Al notar que esté seguía mirando a la joven, decidió codearlo para que reaccione.
-Dohko: disculpa, soy Dohko el caballero de Libra, estoy a tu entera disposición- dijo inclinándose ante ella.
-Ema: ustedes son muy amables, disculpen que aún no me presenté,- dijo está apenada- mí nombre es Ema.
-Dohko: usted tiene un hermoso nombre señorita Ema- dijo mirándola a los ojos.
Ella simplemente se sonrojó ante el comentario.
-Sage: bien joven Ema, en cuanto esté recuperada, necesito hablar con usted por lo sucedido- dijo algo inquieto- la dejo que siga descansando.
-Shion: me alegro haberla visto bien señorita- dijo con una sonrisa
-Dohko: a mí también me alegra mucho- dijo mientras la miraba directamente a los ojos- para lo que necesite aquí estaré.
-Ema: muchas gracias son muy amables.
Se retiraron del lugar. Está cerro la puerta y pego su espalda a esta y se dejó caer al suelo.
-Ema: dónde estoy?!...- unas lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos. Definitivamente esto no era un sueño. Su familia, sus amigos.. su vida quedó muy lejos de donde se encuentra ahora.