Estoy para servirle

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-Ema: oh! Quien dijo eso? Quién está ahí?- dije muy asustada.
Detrás de unas columnas vi como se asomaba uno de los caballeros dorados que estaba en la ceremonia de presentación. Si quería darme un buen susto lo consiguió.

-Dohko: disculpeme señorita no fue mí intención asustarla- dijo haciendo una reverencia ante mí. Estaba muy apenado.
Note un leve sonrojo en sus mejillas.

-Ema: está bien no te preocupes- dije haciéndole señas para que se parara- solo que me asustaste mucho. Pensé que ustedes ya se habían retirado.

-Dohko: lo lamento mucho. Es solo que yo...- no podía decirle la verdad, ...pensó para sus adentros. Él solo quería verla una última vez antes de irse, hablar con ella, deleitarse con su mirada.-... amm es solo que yo... Decidí quedarme a observar el santuario desde aquí. Es hermosa la vista verdad señorita- que respuesta más imbécil que le dí, pensó.
-Ema: la verdad que sí, es tan hermoso y tiene un aire tan pacífico- dije dando un suspiro y con un poco de nostalgia- esto de donde yo provengo no es algo tan común. Me transmite mucha paz.- dije con una sonrisa hacía él, note nuevamente un ligero sonrojo en sus mejillas.

-Dohko: amm que pena que no tengan estos hermosos paisajes como algo habitual en su vida- dijo desviando la mirada, estaba muy sonrojado.

-Ema: y dime tu eres el caballero de Libra no es así? Estabas junto al joven que me rescato en el bosque verdad?- pregunté de manera curiosa.

-Dohko: sí, mí nombre es Dohko, yo fui quién te trajo en brazos hasta el santuario, no iba a dejar que nada te sucediera- dijo con voz convincente.

En este momento fui yo quien se sonrojó, este joven fue quien me cargo en sus brazos y me protegió hasta llegar a este lugar. Que caballero y además es muy guapo. Protector y guapo es una combinación difícil de conseguir en mí mundo, ni que hablar de educado. Pero no debo pensar en esas cosas, no debo involucrarme con nadie de aquí.

-Dohko: realmente sentí la necesidad de protegerla señorita- dijo mirándome a los ojos- yo estaré aquí para lo que usted necesite- mientras me tomaba de las manos- no dude en buscarme si necesita algo... Allí estaré.

-Ema: muchas gracias- dije con mí cara roja de la vergüenza- ammm puedes llamarme Ema- dije como para cortar la situación tan seria que estaba viviendo.

-Dohko: está bien la llamaré Ema..yo- dijo pero fue interrumpido por otra persona

-Shion: Dohko porque tardas tant.. ah disculpe señorita Ema, pensé que estaba en el salón del patriarca- dijo el bello muchacho que me rescato del bosque.

-Dohko: Shion (que oportuno eres, pensó) estaba hablando unas palabras con la señorita Ema y ya me retiraba- giro nuevamente hacía mí- no lo dude estoy para servirle.

Me soltó de las manos, ambos me saludaron de lejos y se retiraron del lugar. Por Dios, que momento tenso acabo de pasar.
Sage me saco de mis pensamientos al llamarme para ingresar al templo.

-Ema: disculpeme Sage, necesitaba tomar aire, fueron muchas cosas juntas las que me sucedieron.

-Sage: lo entiendo muy bien jovencita, pero apenas tengamos información de su caso, haremos todo lo posible por regresarla a su tiempo- dijo con una dulce expresión- ahora entra y ve a tu cuarto, las vestales te llevarán algo de comer, tu solo descansa. Se que lo necesitas mucho.

Se lo agradecí e ingresé al templo escoltada por una vestal muy risueña.
Tenía el cabello claro, ojos achinados color rosa y cabello celeste. Era muy bonita, y seguramente era de mí edad o un poco más chica. Me dijo que ella era la encargada de estar conmigo hasta el momento de ir a vivir a la casa de Tauro. Ella me ayudaría en todo lo que precisaba. Realmente eran muy serviciales estás jóvenes.

-señorita todo lo que usted precise solo tiene que solicitarmelo y yo lo realizaré. Estaré a su disposición hasta el momento de que usted vaya a vivir a la casa del caballero de Tauro.

-Ema: muchas gracias- dije con una sonrisa- solamente trasladare mí bolso con mí ropa y no tengo nada más, un segundo! Mi bolso donde esta?! - dije mirando para todos lados. Abrí la puerta del placard y no había nada, mire en los cajones y tampoco.

-señorita que está buscando?- me miró extrañada

-mi bolso con mis pertenencias! Yo lo traía colgando de mi brazo- ya había revuelto todo el cuarto y no estaba por ninguna parte- a no ser que se haya quedado en el bosque... Tal vez cuando esos degenerados me acosaban lo habrán tirado hacia los arbustos para que no les estorbase- debo ir a buscarlo ya.

- esta demasiado oscuro para que salga sola, mañana por la mañana vaya junto al señor Aldebaran a buscarlo al bosque. Por favor señorita, trate de estar acompañada de alguien, luego de lo que le pasó, es peligroso que ande por allí sola- tenía el semblante de una madre preocupada por sus hijos, aunque era muy joven,pero  parecia una mujer adulta.

- tienes razón, - dije calmandome un poco y entrando en razón- mañana le pediré al caballero de Tauro que me acompañe a buscarlo- la mire con una sonrisa- gracias por cuidarme.

- es mi trabajo cuidarla! usted precisará ropa, ya que tiene únicamente el vestido de la ceremonia y un camisón de dormir. Lo cual no es adecuado para andar por el santuario. Déjeme que vaya a ver si consigo algunos vestidos de las vestales que le puedan ir con su cuerpo. Enseguida regreso.- saliendo apresuradamente por la puerta.

Mí cara cambio a una de sorpresa. Yo no quiero usar vestido todo el día. Es incómodo y... NO QUIERO!. Hice una cara de enojo.
Tengo mí ropa deportiva en el bolso, puedo usar eso, que es tranquilo y cómodo, además está la ropa de la oficina, la muda casual que usaría con Iona y ... Me sonroje un poco al pensarlo, como reaccionarían estos hermosos hombres al ver una joven vestida así, osea en esta época una bikini sería algo totalmente revolucionario. Puse mi manos en mis mejillas y comencé a reírme pícaramente. Si tan solo mi amiga los viera, y a los dos que me rescataron... Mis risas fueron en aumento.

-( carraspeó su garganta) señorita disculpe, le traje algunos vestidos- me puse roja como un tomate. Parecía una loca, riéndome con mis manos en la cara y girando la cabeza de un lado a otro- podría probarlos y ver los que mejor le queden se los puede dejar para usted. Luego le buscaré más.

- gracias- dije con toda la timidez del mundo.

- y aquí tiene sandalias también espero sean de su número.

- qué bonitas son!

-me alegro que le gusten- me sonrió amablemente- iré por su cena y luego la dejaré para que descanse. Con su permiso.

Me quede sola en el cuarto mirando los vestidos y pensando que esto es un sueño. Creo que aún no caí en cuenta de que no estoy en mi casa, ni con mis seres queridos, ni en mi ciudad y mucho menos en mi época. No voy a negar que todos son muy amables conmigo pero siento un vacío muy grande en mí. Solo deseo mañana despertar en mi habitación, con el ruido de los vecinos, las bocinas de los coches, la radio encendida contando las noticias más recientes. Solo deseo que todo se solucione...(unas lágrimas amargas comenzaron a salir de mis ojos... )

MI DECISIÓN (The Lost Canvas x Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora