Capítulo 32

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Capítulo 32




Palacio de Delphys, Solaris – 1.836




—No cualquiera puede atravesar las puertas. Según el autor de "El Camino de los Dioses", Baku Dhalios, tan solo aquellos tocados por la magia de los dioses son capaces de hacerlo. Al parecer, estos sujetos son identificados por distintos signos en la piel. Dhalios habla de una de ellas: una mujer llamada Iliada Vandel. Según dice, tenía grabado en el tobillo una marca en forma de Sol Invicto de color azul.

Sentada en el fondo de la sala, tomando nota de todos los nuevos datos que Nessa estaba aportando al grupo de trabajo tras una primera lectura del libro que la teniente había conseguido para ellos, Iris no pudo evitar pensar en su propia marca. Quizás fuese casualidad, pero que ambas fuesen del mismo tono llamaba su atención.

Siguió apuntando.

—Baku la bautizó como "viajera", aunque al parecer ella jamás llegó a travesar ninguna de las puertas. De hecho, ni tan siquiera logró llegar a las Islas del Fuego. Su tripulación, una de tantas que lo intentaron, no lograron encontrar el camino.

—¿Y cómo sabe que tan solo esos "viajeros" pueden atravesar las puertas? —preguntó Marine con curiosidad—. Si nadie lo ha conseguido...

—El autor basa sus escritos en legajos de mayor antigüedad—explicó Nessa, al frente de la mesa, desde donde iba anotando los puntos de mayor importancia en la pizarra—. Se podría decir que hace una recopilación.

—Es decir, que no sabemos si es cierto o no —insistió la antigua soldado.

—De hecho, no podemos asegurar que nada de lo que sabemos sea cierto —reflexionó Simone—, pero necesitamos una base.

Poco convencida ante su respuesta, Marine optó por mantenerse en silencio. La investigación estaba dando un paso más adelante con la introducción de aquel nuevo libro, por lo que ya no se sentía tan cómoda como hasta entonces. Mientras que todo lo obtenido por su tripulación y Frédric gozaba de su total y absoluto apoyo, le costaba no poner en duda los nuevos descubrimientos.

—Sobre las puertas —prosiguió Nessa—. El concepto difiere un poco de lo que cabría esperar. Ciertamente, esas puertas son accesos a otras épocas, pero no a cualquier momento. Tan solo algunos fragmentos de tiempo son accesibles. Además, no todos están disponibles para todos los "viajeros". No explica cómo se realiza la selección del fragmento de historia a visitar, pero tengo la sensación de que no responde a los deseos del visitante.

—Probablemente sea una decisión de los dioses —reflexionó Iris—. Al fin y al cabo, fueron las Tejedoras quienes trazaron ese destino para los hombres: ellos sabrán a dónde van a viajar y por qué.

—Dejaremos este punto abierto por el momento —sentenció la teniente—. A falta de una respuesta clara, mejor no basarnos en conjeturas. Nessa, sigue, por favor.

Antes de que pudiese continuar, Marine intervino. Se había quedado muy pensativa tras su intervención, y no solo por el concepto "viajero". Más allá de lo que aquello implicase, que si se basaban en aquella teoría reducía prácticamente a cero a las personas que podían cruzar las puertas, había algo que le inquietaba.

Algo que a lo que, al igual que le pasaba a Iris, no podía dejar de darle vueltas.

—Frédric tenía una mancha azul en forma de media luna en la cara interior del muslo derecho. Parecía un tatuaje, pero no lo era: era de nacimiento. ¿Significa eso que era un "viajero"?

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