Capítulo 1

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Han pasado 2 meses desde que nuestras brujas lograron detener el misil. En otras palabras como todos lo dicen, ellas salvaron al mundo.
Luna Nova se hizo de una popularidad demasiada grande. Ya que ahí se encontraban las dos brujas que salvaron al mundo. Habían demasiadas estudiantes nuevas. Algunas para aprender realmente magia y aplicarla en su vida, otras porque les inspiro lo que vieron el día que fue destruido el misil, y otras porque querían conocer a la asiática y británica que salvaron al mundo.

-Nunca pensé que significaría tanto salvar al mundo. -Dijo una Akko un poco agotada por estar rodeada todo el día por las nuevas estudiantes que la admiraban por salvar el mundo.

-La verdad que sí. Esto se está volviendo demasiado molesto, ¿No saben respetar el espacio personal de una persona? -Decía una pelirosa amante de los hongos muy incómoda por lo que estaba sucediendo ultimamente.

-Tranquilas, pronto pasará todo esto. Es normal que muchas estudiantes admiren a Akko y Diana por salvar el mundo. -Habló Lotte tratando de calmar a su amiga.

-Te recuerdo Lotte que no solo Diana y Akko salvaron el mundo. También nosotras hemos apoyado para que ellas pudieran llegar a ese misil. - Amanda al parecer no se sentía para nada bien al saber que todo el crédito se lo llevaron la castaña y la rubia.- Así que somos igual de importantes que ellas dos.

-Disculpa entonces si piensas que robamos el crédito. Pero nosotras no pedimos nada de esto.

-¡¡¿Dianaa?!! -Todas las presentes se sorprendieron al ver a la rubia entrar a la conversación de la nada.

-Buenos días. Akko, necesito que me acompañes. Tengo algo que hablar contigo.
-¡Claro! Lotte,Sucy. Ahora vuelvo.

La rubia se llevo a la castaña alejándola de sus amigas. Mientras tanto...

-Padre, ellas salvaron al mundo. A pesar de todo lo que hicieron, ¿Aún sigues despreciando a las brujas?

-Por el amor de Dios hijo, ¿ Cómo puedes pensar que son nuestras aliadas? Esas brujas despreciales no merecen ser idolatradas.

-Pues yo creo que sí. Salvaron a esta nación y merecen nuestro respeto.

El Conde de Hanbridge se hacía presente entrometiéndose en la conversación de Mr.Blackewell con su hijo.

-¿Lo ves Papá? El padre de Andrew no las odia, hicieron mucho y yo creo que merecen aunque sea tu consideración

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-¿Lo ves Papá? El padre de Andrew no las odia, hicieron mucho y yo creo que merecen aunque sea tu consideración.

-No te confundas niño. No tengo ningún aprecio a las brujas, solo las considero por el trabajo que han hecho. -Mr.Hanbridge dejaba muy en claro estas palabras. Su hijo al parecer le hizo cambiar su visión hacia las brujas.

-Sí sí sí sí, como digas. -Decía Mr.Blackwell- Solo déjenme tranquilo. Louis, puedes retirarte.

Los dos políticos se quedaron solos en la habitación mirándose con tensión por todo lo sucedido.

Una Nueva EsperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora