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Tomy?...- al escuchar su voz ronca nos quedamos callados, me giro y lo miro.

Abuelo....- camino rápido hasta el para abrazarlo con cuidado dejando mi cabeza en su pecho, el me acaricia el pelo como solía hacer cuando estaba mal.

Usted debe ser Lucio?...- me separo de él para sentarme a su lado, Lucio junto a mi y los gemelos se acercan del otro lado de la cama.

Si señor es un honor conocerlo al fin...- le sonríe tomando con delicadeza su mano.

Igualmente y estos chicos tan guapos?...

Sus nietos, un gusto conocerte al fin abuelo....- la cara de asombro de mi abuelo ante las palabras de Tokyo nos hizo reír.

Una larga historia abuelo...- me mira asintiendo.

Un gusto entonces mis pequeños hombrecitos...- toma la mano de ambos sonriendo con tristeza.

- me hubiera encantado tener más tiempo para ustedes, lo siento...

No es su culpa, pero también lo lamentamos...- Berlin.

Gracias a los tres por haberlo cuidado yo...

No digas nada, yo se que en tu posición no ibas a poder hacer nada, yo soy el que te tendría que haberte buscado...

Mi pequeño Tomy....- acaricia mi mejilla secando mis lagrimas.

Chicos vamos a dejarlos solos un momento...- Lucio y los gemelos se despiden de mi abuelo antes de salir para darnos un poco de privacidad la cual espero que nadie interrumpa.

Berlín...- se da vuelta justo cuando estaba saliendo.

- no mates a nadie...- sonríe antes de salir, se que si lo provocan no se detendrá por mi pero igual lo intenté, aunque si están con Lucio se controlarán o eso espero.

.......................

Berlín....

Al salir de la habitación vemos que están más alejados de la puerta por lo que estoy seguro de que los tres los estamos mirando con nuestra típica sonrisa de superioridad, busco disimuladamente al pequeño hombrecito de ojos marrones pero no lo veo.

Tendré que buscarlo dentro de este maldito lugar, hora de salir de cacería.

Sonrió por mi pensamiento antes de disculparme diciendo que iba al baño, sabía que Tokyo no dejaría solo al tío Lucio, aunque su ceja levantada era un claro indicio de que no me creyó, pero me hago el desentendido por lo que debía aprovechar el momento, es ahora o nunca, al llegar a la cafetería no lo veo, salgo al patio donde dice Área de fumadores pero tampoco está, voy hacia el frente del hospital y tampoco está, vuelvo a entrar maldiciendo mi suerte.

Seguro se fue cuando...

Mi pensamiento se corta en cuanto lo veo salir del baño con el teléfono en la mano, camino rápido hacia él, al llegar a su lado le quite el teléfono cortando la llamada, su mirada demuestra miedo y asombro ante mi presencia, lo tomo de la muñeca guardando su celular en mi saco para meterlo nuevamente en el baño, me fijo que no haya nadie, mientras él se queda quieto a un costado mirándome con miedo, al ver que no hay nadie lo lleve hacia el otro lado de la pared donde están los baños para arrinconar su cuerpo contra la pared del fondo, lo observo un momento y aunque no tiene nada de especial algo en él llama mi atención sin contar que me he detenido en una pelea por su culpa.

No me pegues por favor yo solo....- sus palabras me sacan de mis pensamientos pestañeando varias veces.

No te voy a pegar....- mire por un momento su boca cuando se muerde el labio por lo que mis ganas de ser yo quien lo muerda aumenta, a diferencia de Kyo yo no suelo quedarme con las ganas ni con las duda de nada, es por eso que tengo que salir de esta idea estúpida que se a instalado en mi cabeza desde que lo vi.

Ent....- no lo deje terminar de hablar que uní nuestros labios, al principio me lo siguió pero de repente fui empujado hacia atrás.

- ¡¡¿QUE DEMONIOS HACES?!!...- me mira mal.

No se te ocurra volver a sacarme ¿entendido?...- lo apunte con el dedo muy cerca de su cara, asiente más por miedo que porque quiera.

- grábate esto... tu de ahora en adelante jamás me sacaras porque sos mio... ¿entendido?...

¡¡¿Que?!! yo no soy una cosa y tengo no...

Novia, sí y no me importa...- me mira asombrado pero no dice nada, saque su teléfono para marcar mi número y llamarme, luego se lo agendo con mi nombre y se lo devuelvo.

- en la semana te llamo...- es lo único que digo antes de salir del baño dejándolo solo saboreando su sabor en mis labios, llego dónde está Lucio junto a kyo pero él está entretenido hablando por teléfono por lo que mi hermano rápidamente se acerca a mi.

Dime que no lo hiciste...

No se a que te refieres....- finjo inocencia ante su reclamo pero como mi hermano nunca me cree nada, sigue mi mirada viendo a mi chico de ojos marrones sentarse junto a su familia con la mirada fija en el piso como si estuviera en shock.

¡¡¿ Acaso haz enloquecido?!! en esta no te cubro... papá te matará, ¿te olvidaste que era su protegido?¿ te pusiste a pensar cómo va a reacciona cuando se entere?....- lo miro preocupado y se ríe en mi cara.

- solo te pido un favor...- lo miro con una ceja levantada.

- quiero estar cuando papá te arranque la cabeza....- lo miro mal logrando que el ría mucho llamando la atención de todos incluido mi chico de ojos marrones el cual apenas sus ojos hacen contacto con los míos desvía la mirada.

Papa sale justo cuando estaba por pegarle a Tokyo y este deja de reír cuando lo mira mal, hace seña de que entremos y eso hacemos, nos quedamos hablando un rato con el abuelo, prometemos volver al otro día y nos vamos, al salir caminamos en la dirección contraria a ellos por lo que ni saludamos, en el camino nos cruzamos con mi chico de ojos marrones, cuando estoy por cambiar lugar con Kyo para pasar por su lado algo me detiene, Lucio le sonríe disimuladamente y él también.

Que carajos pasa aquí?...

Todo el camino de vuelta fuimos callados, yo por mi parte tiré mi cabeza hacia atrás cerrando mis ojos, necesito dormir pero no lo logro ya que su cara no sale de mi cabeza dejándome perturbado.

El Sumiso... Seras tu...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora