Capítulo VI Parte II

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- O'Connell - Llamó una voz masculina.

Cansada, se sentía cansada de aquella rutina en la que alguien que no fuera cercano a ella tuviera la oportunidad de opinar con descaro acerca de todo lo que fue notoriamente disfuncional e indeseable en los primeros años de vida de la joven.

A pesar de su evidente fatiga, Billie no deseaba prolongar su descontento por más tiempo del que debía. Se levantó junto a su acompañante y se dirigió a la gran oficina de la cual provino la voz anteriormente.

Su acompañante, Coleman, entró antes que ella y saludó - Buenos días, doctores.

- Buenos días. - Se escucharon dos voces de vuelta.

Para la desgracia de la muchacha, al ingresar a la habitación, vio sentada a la mujer que hacía su estancia en aquel lugar completamente insoportable, sin embargo, se percató de que ni siquiera la había regresado a ver, debido a esto prefirió tornar su atención a la persona que se encontraba a su lado, un hombre de pie con una bata blanca, quién ella creía era el dueño de la voz.

Era alguien que no había visto dentro del edificio, una cara nueva era inusual.

-  Hola, ¿Tú eres Billie O'Connell, verdad? - Emitió el desconocido con una sonrisa leve. La joven no vio la necesidad de contestar. Al final, él había sido quién la llamó hacia la oficina, era obvio que ya sabía que sí era ella. Ignorando la carencia de reacción de la pelinegra, el hombre continuó.  - Soy el doctor Noel Miller, desde hoy yo voy a ser el encargado de tu caso, espero que con el tiempo podamos establecer una relación de confianza, tal vez similar a la que tenías con la doctora Fitzgerald en el pasado. - Después de que aquel hombre dijera esas palabras, el escepticismo empezó a reinar en la mente de la chica, no creía que sería capaz de tener una relación igual a la que tenía con su anterior doctora, no consideraba que la doctora Fitzgerald fuera una amiga y odiaba el hecho de tener que ir a su oficina todas las semanas, sin embargo, sí confiaba bastante en ella, fue la única que no la había tratado como a alguien culpable; y dentro de todo, ella apreciaba eso.

— Dudo que podríamos llegar a tener una relación similar, pero gracias por el intento, supongo. — Esbozó con una parsimonia aburrida. A pesar de que estaba atenta a lo que el doctor tenía que decir ya que quería conocer un poco más de su actitud, no reparó demasiado en su apariencia, parecía ser una de esas personas que lucían mucho más jóvenes de lo que realmente eran.

Intentando mantener un poco de profesionalismo no se dejó a sí mismo sentirse ofendido. — No quiero ser pomposo ni sonar presumido, pero si de algo estoy seguro, es de que soy bueno en mi trabajo. - Dedicó una sonrisa segura y procedió. - Sé que con la suficiente perseverancia voy a poder hacerte sentir cómoda y ayudarte a entender como sobrepasar todos tus problemas actuales. Te lo prometo, sólo hay que darle tiempo al tiempo. - Esas palabras habían sonado mejor en su mente, sonaba demasiado seguro de sí mismo, y él sabía que eso solía causar un aumento de desconfianza en pacientes como O'Connell. Se dio una bofetada mental pero no dijo nada más.

Billie sólo asintió con desinterés y con un poco de incredulidad en sus ojos decidió no responder nada, casi ignorando completamente al doctor Miller regresó a ver a su acompañante - Creo que eso era todo ¿Podemos irnos ya?

Nadie en la sala se había percatado que desde que la joven había entrado, la mujer mayor se frustraba más y más por la actitud de indiferencia que reflejaba la muchacha. - ¿Es que nadie se ha dado el tiempo de enseñarte modales? ¡Niña insulsa! - Escupió con arrebato la doctora. - Ni siquiera has sido capaz de devolverle el saludo al doctor.

algo más que un grammy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora