20 de Febrero del 2020
Hayley
Una brisa levantaba suavemente sus cabellos platinados y la luna se encargaba de alumbrar débilmente sus tristes facciones. Tenía frío, pero el camino había sido demasiado largo y cansado cómo para regresarse sin apreciar la vista por un rato.
Luces doradas bordeaban la pequeña caseta de madera, después de muchos meses de reunirse en aquel lugar que parecía no tener dueño, Hayley y Taylor habían decidido remodelarla un poco, limpiando telarañas, barriendo el polvo y trayendo muebles, mantas y juegos de mesa para pasar el tiempo. Había sido el segundo proyecto juntos que más tiempo les había tomado, puesto que antes de su intervención, la cabaña se encontraba en un estado realmente deplorable.
Y aquellas luces habían sido un añadimiento reciente, justo antes de los Grammys.
Hayley sonrió vagamente al recordar lo muy inhabitable que había sido la diminuta edificación cuando eran niños, y que gracias a ellos, ahora era increíblemente acogedora. A pesar de la dulzura del pensamiento, no logró sostener su sonrisa por mucho más; seguía sin poder pensar en él sin pensar en lo que hizo.
Se sentía culpable de no haber podido escuchar nada de lo que él había querido decirle ese día, pero ¿Cómo podría hacerlo?, la idea de una posible traición la atemorizaba de formas casi crueles, y aquellas fotos sirvieron como la prueba definitiva de que la felicidad nunca podría ser parte de su vida. Estaba agotada de intentarlo, de dar todo de sí misma y siempre fallar.
Un mes era mucho tiempo para algunos y muy poco para otros.
Estando no sólo en una banda con Taylor, sino que también en una relación sentimental con él, lo usual era verlo prácticamente todos los días de su vida. Nunca se atrevió a pensar en qué pasaría si no lo volviera a ver, eran pocas las ocasiones en las había pasado tanto tiempo sin hablarle.
Ella no había contestado ninguna de sus llamadas y él dejó de insistir después de un tiempo.
Se preguntaba qué hubiera sido de ella si Ariana y Billie no hubieran llegado a su vida en el preciso momento en el que llegaron, ellas fueron el único apoyo de amistad verdadera que ella tuvo, puesto que Zac se distanció un poco para poder ayudar y sostener emocionalmente a Taylor en el proceso de su ruptura.
No sabía qué pasaría con Paramore.
Y no sabía que haría si perdiera a sus mejores amigos de una forma tan abrupta y desconcertante.
Iba a perder al que ella consideraba el amor de su vida.
Lo iba a perder todo.
Las fotos que vio quedaron impresas en su mente, inhabilitándola de sentir sentimiento alguno que no fuera desesperación y una profunda tristeza.
Hayley tomó asiento en uno de los bancos que se encontraban al frente de la caseta.
Recordaba cómo solía venir con él a este lugar cada vez que necesitaban alejarse del mundo.
Tantas anécdotas en un espacio tan pequeño.
Secretos compartidos.
Miles de libros que leyeron en pareja.
Canciones que compusieron.
Sus bailes juntos.
Charlas profundas acerca del significado de la vida mientras veían las estrellas.
Las historias de terror que se contaban cuando decidían acampar juntos.
Y una atracción completamente resguardada detrás de la amistad que tenían.
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algo más que un grammy.
FanfictionLa locura de la industria musical trasciende mucho más allá de nuestro concepto de realidad e imaginación.