Capítulo XIV

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18 de marzo del 2020

Billie

Varios minutos habían pasado desde que Ariana se había ido, y finalmente los pensamientos que tenían que ver con ella se aclararon, sin embargo, los que tenían que ver con su madre tomaron aquella oportunidad para atacarla. 

Billie se levantó del suelo y después de ponerse su abrigo, emprendió una caminata hacia su casa. En el camino empezó a presionar a su mente, intentando encontrar cualquier manera de evitar que sus problemas empezaran a opacar su vida, quería solucionar todo, pero sin tener que lastimar a Ariana, sin tener que lastimar a sus padres, a sus fans, o a sí misma.

La luz del día se desvaneció y la noche fue presentada, no pudo distinguir si la Luna la había estado siguiendo por una hora, media hora o tan sólo diez minutos.

Creía que la decisión que tomó era la correcta; era la que le permitía protegerse y proteger a las personas que la rodeaban. 

Todo sería mucho más fácil.

¿Entonces por qué se sentía así?

Ahora que su madre probablemente sabía que algo cambió, ¿pensaría diferente de ella? Sabía que era una mujer conservadora, pero no era el tipo de persona que encontraba diversión en juzgar a las personas por algo así, aunque era imposible saberlo con certeza.

Si su madre tenía una oportunidad de demostrar lo superior que era Finneas comparado a ella, la tomaría.

Aunque muy dentro de su corazón, Billie rogaba que no lo hiciera.

Y su padre... Ni siquiera quería empezar a pensar en su padre, para Billie no era difícil aceptar la displicencia de su madre, ya que siempre tuvo como compensación la complacencia de su papá.  Siempre podría manejar una opinión negativa de ella, pero si su padre la tratara diferente sólo por sus preferencias, estaría completamente destrozada.

La desaprobación del hombre a quién más admiraba se convertiría en la cereza del pastel más desagradable que había probado, si fuera rechazada por sus padres, no tendría ningún familiar que la amara o que la aceptara.

Perdería a toda su familia.

¿Cómo llegué a este punto?

Dio por sentado que su hermano la acompañaría por siempre, y ahora no sólo lo perdería a él, perdería todo lo que alguna vez creyó que estaría con ella sin importar qué.

No sabía qué era lo que iba a pasar, tenía fe en su papá, pero entendía muy bien que si él tuviera que elegir un lado, siempre tomaría el de su esposa. Ella era la dueña de toda su adoración, su hija nunca llegaría a ser de tal importancia.

Estaba temblando, pero no sabía si era por el frío o por el miedo de saber que estaba a menos de una cuadra de su casa.

Puso su mente en blanco y al llegar al marco de la puerta soltó todo el aire que había retenido en sus pulmones y giró el pomo. 

Su madre se encontraba en uno de los sillones de la sala tomando té y su papá tomando una siesta en el sofá opuesto, cuando la mirada de Maggie conectó con la de su hija, instantáneamente advirtió. - Voy a despertar a tu padre y vamos a hablar en este instante contigo.

- ¿Estás enojada? - No hubo respuesta. 

Su padre despertó un poco malhumorado y siguiendo las instrucciones de su esposa se sentó a su lado en el sillón, finalmente vio a Billie. - Hija... Hola. - Miró rápidamente a su reloj. - Son las diez de la noche, Ariana prometió traerte a casa, ¿qué pasó? 

algo más que un grammy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora