Capítulo XVIII

270 28 20
                                    

18 de junio del 2020

Billie

Tres tímidos toques en su puerta abrieron camino a la persona que había anhelado ver todo este tiempo. Sin embargo, el encanto de la situación fue extinguido instantáneamente, cuando sus ojos se enfocaron en la figura de alguien a quién, contrariamente, no deseaba volver a ver en su vida.

Finneas.

Aunque sólo habían pasado un par de meses desde la última vez que lo había visto, su apariencia no era en lo más mínimo semejante a la que había sido aquella vez. Su cabello se hallaba más largo y despeinado de lo usual, su vestimenta; tan desarreglada y compuesta con desidia, no llegaba a ser coherente. Aún con tanta dejadez, el factor que más llegó a impactar a su hermana fueron sus ojos, que estaban ornamentados con oscuras y profundas ojeras, tinturadas de un rosado desvaído; la esclerótica, que solía ser pura, ahora estaba enlazada entre cuerdas hemáticas.

Parecía estar enfermo sin estarlo en realidad, se encontraba pálido, decaído y endeble. Su presencia, que antes era chispas y caos se había convertido en la misma de un fantasma. Frágil, apenas presente. 

A pesar de seguir bajo la impresión que el aspecto tan triste de su hermano le había causado, la instantaneidad de su reacción no pudo ser frenada. - ¿Qué hace él aquí? - En su tono de voz se encontraba plasmado un enfuriado recelo. Ariana abrió su boca para justificar la presencia del hombre, pero fue interrumpida por el mismo.

- Visitándote. - Finneas se acercó con desgano a Billie. - Realmente moría por saber cómo estabas. - Mientras las palabras dulzonas cubiertas por sarcasmo salían de sus labios, encontró una silla cerca de la camilla en la que su hermana se encontraba y procedió a sentarse despreocupadamente.

Billie no mostró reacción alguna. - No estaba hablando contigo. - Desplazó su mirada hacia la sección en la que se encontraba la otra visitante, quien lucía irritada y notoriamente intranquila. - Ariana, ¿qué está haciendo aquí?

Las manos de Ariana estaban entrelazadas detrás de su espalda, con sus dedos moviéndose de modo nervioso. Sabía que lo que diría a continuación iba a imponer un gran peso, y la agobiaba no poder predecir si era lo suficientemente fuerte para no dejarse aplastar por él. - Estamos aquí para acordar un contrato.

- ¿Un contrato? - Billie creyó haber escuchado mal, después de las insoportables llamadas y amenazas llenas de descaro por parte de su hermano, estaba segura de que no existía aspecto alguno dentro de su vida en el que fuera necesario que firmara un contrato con Finneas, o al menos, ninguno que tuviera que ver con Ariana.

Ariana asintió con una seriedad nerviosa, inusual en ella. - Después de aquel... Percance que tuvimos la última vez que vine, tuve una idea que podría ayudarnos. - Billie inclinó su cabeza, sin todavía poder entender lo que estaba pasando. - Contacté a Finneas y hablamos acerca de sus problemas contigo... Y la manera de poder solucionarlos. Eso eventualmente nos llevó a pensar en formular un contrato.

Observando lo pérdida que Billie parecía estar, Finneas aprovechó la oportunidad de burlarse. - La mejor parte es que coincidimos en que será un contrato en el que recibo dinero y reconocimiento por absolutamente ninguna razón. - Ariana lo miró con el ceño fruncido, aún en el estado deplorable en el que se encontraba, era capaz de intensificar la pesadez del ambiente.

- Brillante forma de decirlo, Finneas. - El hecho de que lo único en lo que Ariana había reprimido a Finneas era en su elección de palabras, insirió incertidumbre y desconfianza en el sistema de Billie.

Sintió a sus músculos tensarse y al desasosiego atacar a sus nervios. - ¿De qué está hablando?

Ariana suspiró con aflicción, percatándose de que no podía ocultar por más tiempo los términos del contrato.  - Finneas quiere ser parte de los créditos de nuestra canción y ser remunerado económicamente como co-escritor. - Las palabras abandonaron su boca con aceleración, amontonándose; pero supo que Billie la había comprendido cuando observó cómo sus expresiones cambiaron por completo, entrando en un estado de estupefacción total. Insegura, Ariana añadió. - Mi abogado revisó y redactó el contrato, no perdemos nada más que eso.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 20, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

algo más que un grammy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora