Head Canons And One Shots Alechi

AU: Freak Show

Alemania aún recuerda la primera vez que lo vio...

Cuando era más joven su abuelo lo había llevado al freak show que se había instalado en la cuidad, el enverad estaba emocionado, era la primera vez que conocería ese tipo de espectáculos. Muchos de sus amigos le habían contado lo aterrador pero emocionante que eran esos tipos de circos y por fin después de tanto tiempo como regalo de su décimo cumpleaños su abuelo había decidido llevarlo como su regalo de cumpleaños.

Aquel espectáculo se encontraba ubicado en las orillas de la cuidad, pues a mucha gente le desagradaba ver a las criaturas que exhibían en los espectáculos. Pero a pesar de ello muchos otros disfrutaban de la exhibición de los fenómenos y mutantes que traía consigo aquel circo.

Él estaba muy emocionado cuando llegaron a aquel lugar, recordaba aun el olor a algodón de azúcar y las muchas luces que decoraban las grandes carpas, también recuerda cada uno de los carteles que colgaban de los postes anunciando a sus mejores fenómenos y por su puesto a la exhibición principal, desde hombres y mujeres con más de una extremidad, personas con anormalidades genéticas y hombres mitad bestias.

Después de que su abuelo pagara los boletos en la taquilla le explico que como función y acto especial el dueño del circo tenia a una especie especial de mutantes mitad reptiles traídos de las misteriosas tierras de américa del sur, sin lugar a dudas al ser una especia exótica todo el mundo quería ver aquellas abominaciones fuera cual fuera el costo.

Durante al menos dos horas ya había visto la mayoría de espectáculos que ofrecían los freaks, había podido contemplar el show de la mujer barbuda, el hombre reptil, la mujer más pequeña del mundo, la chica camello, entre muchos otros y ahora era el turno de visitar la casa de los mutantes.

El caminaba a paso veloz mientras tomaba de la mano a su abuelo quien casi era arrastrado por su nieto, pero se detuvieron al encontrar a un amigo de la familia. Imperio ruso también había llevado a sus nietos mayores a ver aquel espectáculo, ambos hombres comenzaron una charla mientras el alemán mayor ayudaba al ruso con algunos de los 7 niños que llevaba consigo.

Por supuesto el pequeño Alemania estaba un poco molesto pues gracias a ese encuentro no podía ir a ver la función que tanto quería. Se mantuvo en silencio un rato, tenía el ceño fruncido y los brazos cruzados, pero había sido bien educado y sabía que no pida interrumpir las pláticas de los adultos así que debía esperar a que estos terminasen para poder continuar con aquella visita. El pequeño alemán no era el único molesto por la situación el nieto mayor del ruso también quería seguir recorriendo aquel circo por lo que decidió escabullirse de los mayores, pero no quería hacerlo solo.

-Hey Alemania!!. - Llamo en voz baja el pequeño Rusia a su amigo. - Estoy aburrido así que me voy a ir a ver a los mutantes, vienes conmigo

-No creo que deba hacerlo, mi abuelo puede molestarse. - Contesto el menor. Él sabía que no era buena idea separarse de su abuelo en ese sitio que estaba lleno de gente, además ya había escuchado que los mutantes eran realmente aterradores por lo que ir solo le preocupaba un poco.

-Vamos no pasara nada malo, no tardaremos mucho

Un poco temeroso miro a su abuelo una vez más, realmente estaba ocupado con los hermanos menores de Rusia así que pensó que no pasaría nada si se ausentaba un par de minutos.

Sin hacer mucho ruido ambos niños se escabulleron con cuidado del lugar, se dirigieron a toda prisa a la zona de los mutantes, y entre risas y algunas bromas llegaron a la carpa correspondiente. En la entrada se encontraba un gran anuncio "las criaturas reptilianas de américa", que mostraba un retrato de hombres y mujeres con extremidades similares a las de los reptiles.