Kkami ･:*:･✿ Aɳxιҽƚყ [ChangJin]

20: ¿qué hay de mí? *tremendo musical*

- ¿Te digo algo?

- Te escucho, SungSung.

- No pertenezco a esta realidad.

- Hannie, te quiero mucho, en serio.

- Binnie - dijo tierno con un puchero - ¿Qué vas a hacer hoy?

- Nada, Sung, ya sabes... Mamá tiene trabajo.

- ¿No has hablado de tu madre con Jinnie? ¿No vas a estar con él...? - ChangBin negó - ¿Y no quieres estar conmigo...?

- Me estás rompiendo el corazón, JiSung. ¿Quieres que vaya a tu casa?

- Quiero ir a la tuya.

- Está bien.

Noche buena, de acuerdo, era una noche difícil para ambos. Cada año ChangBin la pasaba solo encerrado en su cuarto, recibiendo mensajitos bonitos de JiSung para intentar animarlo un poco. El castaño ningún año se atrevió a acompañarlo, sin embargo este era un año diferente.

En casa de JiSung, en cambio, no celebraban esas fechas desde la partida de su madre; eso mismo había creado un vacío inmenso en su interior que le decía que no: ya no eran una familia. Ese vacío era la misma soledad que no solía reclamar simplemente porque no quería disgustar a sus padre y hermana.

Y este año habían pasado tantas cosas que estaba asustado de quedarse solo una noche más. Se temía. Temía hacerse daño si sus sentimientos comenzaban a crecer.

- ¿Cuántas veces a la semana haces... "Eso" con HyunJin? - preguntó repentinamente haciendo a ChangBin reír.

- ¿por qué me preguntas eso?

- Es para justificar tu ausencia en mi cama - bromeó.

- Lo hacemos las veces necesarias.

- ¿Para qué?

- Para que duerma al menos 20 horas a la semana. HyunJin no duerme, Hannie. Y si lo hace son solo un par de horas. Pero cuando hacemos "eso" está tan cansado que no despierta hasta el día siguiente.

- ¿Pues qué es lo que le haces?

- ¿Quieres detalles?

- No.

- Está bien. ¿Qué quieres hacer hoy?

- comer muchísimo helado, beber café y... ¿Jugamos juegos de mesa o vemos películas?

- Ambos. Tengo el Monópoli que te gusta, bebé.

- Aish, tú sí sabes prenderme, ChangBin.

- Beneficios de conocerte de toda la vida.

- Quiero ver Intensamente y Bambi, y luego nos acurrucamos a comer helado de frambuesa mientras escuchamos a Billie Eilish y lloramos nuestras mierdas.