30: espuma ⚪

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- MinHonnie, ven aquí - lo llama la señora Kang desde la cocina. MinHo no sabía que ya había despertado, así que se apresura a llegar hasta donde ella se encuentra.

MinHo se siente agradecido con ella. Mucho.

Porque sí, ella lo llamó la tarde que lo prometió. Le contó que tenía lista su habitación y podía mudarse al día siguiente y MinHo estaba sorprendido.
No podía creerlo, en realidad. Era extraño que aceptase contratarlo, darle un cuarto y, sobre todo, permitir que llevase a su hijo.

Con los días ella parecía más abierta con ellos, más cariñosa y permisiva. No lo trataba ya como a un empleado, sino como a un hijo.
El último jueves, MinHo dejó pasar a un par de hombres bien vestidos y siguió con sus deberes. Cuando la mujer terminó sus asuntos le contó que habían ido para escribir su testamento. Él no quiso preguntar, pero ella igualmente confesó que todo era para él y JeongIn.

MinHo le dijo que no debía hacer eso. Que no podía entregarle todo su dinero a un desconocido así nada más. Que no lo conocía y él podía estar tan necesitado para matarla, pero ella solo rió.

- Sé que no eres así - le contestó - confío en ti y realmente estaría complacida y halagada si dejaras que yo te llamara "hijo".

MinHo negó asustado. Y ella lo notaba; claro que no debía ser normal que una mujer te contratara y ya estuviera prácticamente adoptándote, pero ella tenía una explicación.

- Soy viuda, Honnie, me casé a los 20 con un hombre bastante desagradable, pero lo hice porque yo quería un hijo. Luego descubrí que no podía. Y, bueno, él era mucho mayor, así que hace casi 30 años falleció. No busqué a nadie más, no he tenido más que la compañía de los empleados domésticos que vienen y van. Nunca antes había sentido con uno de ellos lo que siento por ti. Porque yo lo sé, Honnie: tú eres mi hijo. Te conozco y sé que no vas a robarme y quiero darle a JeongIn el futuro que merece y no has podido pagar. Tú mereces esto.

- Señora Kang, no sé qué decirle... De verdad que no... Gracias.

- No agradezcas, pequeño, mientras viva haré lo posible por darte todo el amor que te faltó por culpa de tus desalmados padre.

- ¿Cómo es que usted sabe de ellos?

- Si yo hubiera tenido un hijo como tú y él tuviera un bebé siendo tan joven, nunca lo apartaría de mí para obligarlo a vivir en la miseria. Porque necesitabas apoyo, no más problemas.

- JeongIn no es un problema.

- Lo sé, pero tiene demasiadas necesidades y gastos. Y tú has cargado con ello todo este tiempo. Haremos un trato: sigue trabajando para mí, pero JeongIn irá a la escuela de mi bolsillo. Eso por ahora, cuando agarres confianza te pediré más.

Y ¿qué haría MinHo? ¿Negarse a educar a su bebé? ¿Rechazar a la mujer? No podía. No se trataba solo de él ahora, como bien dijo ella. Simplemente asintió aquella tarde, aunque siguió trabajando tan formalmente como siempre. Él iba cada tarde a visitar a JiSung al hospital psiquiátrico y ella no preguntaba para no molestarlo, porque se veía feliz y eso era suficiente. Y claro que no le molestaba cuidar de JeongIn, su nieto, aunque sabía de propia boca del pequeño que MinHo le pedía que no saliera de su habitación hasta que volviera. Ella iba directamente a verlo y el niño le contaba cosas, tal vez demasiadas.

- Así que "JiSunggie hyung" es su novio, ¿eh? ¿Es a él a quien va a ver?

- Sí, a él y a HyunJinnie hyung y ChangBinnie hyung; ¡Y Kkami!

- ¿Kkami?

- Es el perro de HyunJinnie hyung; papi se encarga de él y está en nuestra casa, así que va a ponerle de comer y beber y lo saca a pasear.

Kkami ・:*:・✿ Aɳxιҽƚყ [ChangJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora