Kkami ･:*:･✿ Aɳxιҽƚყ [ChangJin]

36: puertas corredizas

HyunJin meditaba sus opciones. Llevaba quizá 10 minutos encerrado en el baño, con las rodillas flexionadas sobre la tapa del inodoro, abrazando sus delgadas piernas.
No podía respirar y cerraba sus ojitos deseoso de un poco de alivio.

Moría de hambre. No sabía porqué si había desayunado antes de ir al Instituto, pero se sentía tan mal... Y sin darse cuenta solo había comenzado a rascar la piel de sus manos y muñecas. Tan pero tan fuerte que sangraba.

No se dio cuenta a tiempo, o al menos eso quiere creer. Rápidamente sale del cubículo y enjuaga sus heridas sin intenciones de que se infecten.

Aunque en realidad... ¿Le importa...?

Su vida se basaba en ocultarse a sí mismo las verdades. Que se odiaba, que se sentía solo, que deseaba desaparecer. Que sus padres quizá estaban cruzando la línea con su persona. Que todo es un asco. ¿Qué es lo que HyunJin tiene? ¿A quién...?

¿Acaso a ese chico reservado que conoció en el autobús y a su hijo? ¿A su perrito, Kkami? Nada de eso lo necesita realmente. ¿Qué tiene HyunJin? Problemas.

Problemas y casi tres frascos de pastillas para dormir en su mochila.
Todo podía terminar, solamente se preguntaba porqué no lo permitía.

Así que se aproxima al lugar en el que dejó sus pertenencias y simplemente lo hace. Pensar es un veneno y solo puede contrarrestarse con más veneno.

ChangBin se encontraba en clase de historia esa mañana. No dejaba de mensajearse sin embargo con su grupo de amigos, planeando su futuro viaje al extranjero.
De pronto su mejor amigo JiSung derrama sobre el escritorio su leche de chocolate y el mayor pide permiso para salir al baño a lavarse, pero la profesora se lo niega.

No queda más que resignarse.

Todos los alumnos del Instituto son evacuados poco más tarde. ChangBin no escucha bien lo que ocurre, pero aparentemente un chico se quitó la vida en los baños de la escuela.

El peli negro no puede creerlo. ¿Cómo algo así puede ocurrir? Es aterrador.

No le da vueltas. Ni siquiera recordaba ya su camisa arruinada, pero en cuanto lo hace se da prisa y vuelve a casa.