Han pasado seis años desde que desperté el Sharingan en casa de Kakashi. Nuestra pequeña pelea sólo nos acercó más, aunque él calló en depresión al igual que mi madre, yo les intentaba ayudar pero no podía arreglar sus cabezas, era una tarea frustrante porque apenas veía resultados. Mantuve mi dojutsu en secreto, sólo él sabía de mi poder, ni siquiera se lo conté a mi madre, aunque la curiosidad por saber quien era mi padre me estaba matando día tras día. ¿Por qué nunca se lo pregunté? Para ella siempre fue un tema delicado, nunca me contestó y siempre se ponía histérica cada vez que sacaba el tema. Lo que estaba claro es que mi desconocido padre es o era un Uchiha en fin, la hipocresía. Ella me castigaba sin ver a Obito por ser un Uchiha y ella se los follaba.
Más allá de que mi madre me prohibiera verle, mi relación con Obito se fue distanciando por mis obligaciones como shinobi y eso me mataba por dentro. Comencé a hacer pequeñas misiones junto a Kakashi como atrapar a un gato que se fugó de su casa o escoltar a personas adineradas a sus ciudades. Eramos de rango genin por lo que teníamos la suerte de no ir al campo de batalla. Minato Namikaze se volvió años atrás nuestro mentor, un jonin y dos genin entrenando no era un equipo completo o eso nos decían pero yo siempre defendí que Kakashi valía por dos personas, que el equipo era suficiente. Estas misiones a penas me dejaban tiempo para entrenar y mucho menos tiempo para ver la sonrisa que curaba almas de Obito. Él, en cambio siguió en la academia con Rin haciéndose cada vez más cercanos.
Un día Minato sensei nos presentó nuestros nuevos integrantes de equipo. Esperamos en el punto que se nos asignó, Rin llegó y se presentó.
—¿Estamos todos ya, no? — Pregunté después de habernos presentado los que estábamos ahí. Escuché unos pasos que venían corriendo.
— Perdón por llegar tarde, estuve ayudando a una anciana a cruzar la calle. De mayor seré hokage. Me llamo — Antes de decir su nombre ya se encontraba cayendo de culo al suelo.
—OBITO-KUUUUUUUUUUN! — Grité de la alegría mientras le envestí en un abrazo. Kakashi se tapó los ojos de la vergüenza ajena mientras a Rin y a Minato se les escapaba una gota de sudor en la frente.—T-TN me estas aplastando no puedo respirar.— Dijo con voz ronca.
—Me da igual.— Dije mientras le abracé mas fuerte haciendo que su cara se pusiese roja por la asfixia, creo.
El equipo Minato pasó unas semanas entrenando, uno de esos días, sensei nos puso a prueba, tres cascabeles para cuatro personas, el que no consiguiese uno volvería a la academia. Todos nos dispersamos en distintos escondites menos Obito, que fue directamente a atacar a Minato. Mientras nuestro mentor estaba distraído con Obito, Rin se unió a su pelea tratando de robar los cascabeles con sigilo. Rápidamente analicé un plan mientras Rin decía :
—Es imposible ganarle, nos supera mucho en nivel. — "Wow gracias por el dato Rin" Pensé distraída. Invoqué a Nekuzo y le pedí que le diera este mensaje a Kakashi. "Escóndete bajo tierra, yo le inmovilizo, en cuanto no se pueda mover sales y le robas los cascabeles."
Procedimos al plan y aunque Obito y Rin estorbaron al lanzarse contra él, pude aprovechar una de las veces en las que los esquivaba para atarle sus piernas con una cadena. Kakashi salió del suelo y robó los tres cascabeles, como resultado un Minato feliz nos dijo que todo el equipo superó la prueba. Kakashi y yo nos miramos mutuamente y chocamos el puño en señal de victoria mientras Rin y Obito no hacían más que iluminar el ambiente con sus sonoras risas.
—Buen trabajo nii-chan. ——Te he dicho mil veces que no me llames eso. — Dijo Kakashi mientras sus mejillas se tintaban de un rosa imperceptible ya que su máscara cubría su cara.
Pasó cerca de un año en el que seguíamos haciendo pequeñas misiones mientras poco a poco mejorábamos nuestras habilidades, cada día el olfato de Kakashi mejoraba, Obito se esforzaba mucho para alcanzarnos, sobre todo para competir contra Kashi porque estaban discutiendo todo el rato, eran peor que un matrimonio de ancianos. Por otro lado Rin mejoró de manera increíble como ninja médico, pronto me alcanzó en el ninjutsu médico básico que yo dominaba de antemano gracias a los entrenamientos de mi madre.
Minato decidió entrenarme en el jutsu de teletransportación, el Hiraishin no jutsu. Me contó que como lo inventó el abuelo Tobirama, era su obligación enseñármelo. Odiaba a mi abuelo pero no podía negar que era un genio por todo lo que inventó. Me regaló unos kunais con tres puntas que tenían un sellado especial que permitían llevar a cabo la técnica.
—Minato-sensei ... ¿No hay otra manera de teletransportarte? Puede que me quede sin kunais y entonces ya no podré hacer nada.— Estábamos sentados bajo la sombra de un árbol descansando mientras Obito y Kakashi peleaban entre sí. Rin ni siquiera prestaba atención a nuestra conversación, estaba muy ocupada observando la pelea con los ojos como platos.
—Hmm.. Si que hay una manera pero primero necesitas aprender a hacer jutsus de sellado. Puedes sellar a una persona pero para ello tienes que introducir tu chakra en ella. —
—Entonces me esforzaré para lograrlo.— Minato sonrió mientras me revolvía el pelo feliz. Yo me puse de pie y empuñé uno de mis kunais ya que noté una cantidad de chakra siniestro envuelto en un chakra dulce y de apariencia amistosa.
—Alguien se acerca.— Dije ya en guardia.
—¿Alguien? No he notado nada. — Dijo Minato extrañado.
— A cuatro kilómetros hacia el oeste. Es una gran masa de Chakra y esta cargada de odio. — El equipo se reagrupó poniéndonos en guardia y esperamos unos minutos hasta que Minato dio la orden de descansar.
—No hay que preocuparnos, es inofensiva. — Dijo Minato sensei.
—¡Kushina-Saaan! — Exclamó Rin con el tono más dulce e ilusionado que alguien podría utilizar y luego corrió a abrazarla. Era ella, el portador de ese chakra demoniaco que tanto me asustaba. Corrí a separarlas por miedo a que Rin saliese herida pero la mano de Minato me frenó antes de que hiciese cualquier tipo de ataque.
—Oh es verdad Tn-Chan no os he presentado, esta es mi mujer, Kushina Uzumaki. — Se rascó la nuca riendo. Yo me relajé un poco más tratando de olvidar la parte de su chakra oscuro y fijándome en su chakra bondadoso.
—Os traje la comida, seguro que habéis entrenado muy duro. —
—OOOOH COMIDA. — Obito hurgó en la cesta, estaba muerto de hambre pero no le culpo, a mí también me rugían las tripas. Kushina al ver la falta de modales estuvo un rato regañándolo mientras todos comíamos felices. Todos terminamos de comer y nos levantamos a entrenar o eso pensaba yo hasta que Minato y Kushina me dijeron a la vez "Espera TN, tenemos que hablar contigo".
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Entre los dos (Kakashi X Reader X Obito)
Romance[H I S T O R I A L A R G A] Konoha estaba en tiempos de guerra, los niños también formaban parte de sus escuadrones, ante tales adversidades TN tendrá que aprender a sobrevivir con sus amigos.