capitulo 12

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Marella:

No creí que ser reacio implicará tanto esfuerzo.
Ya no sé qué es peor si el entrenamiento de las academias o las tareas de los reacios.
Al menos arriba teníamos medicamentos para ayudar con el dolor, pero aquí me he tenido que soportar el dolor. Creo que ya no me acuerdo como caminar.

Cuando la hermana de Dánae (creo que son amigas muy cercanas) se acercó a decirnos lo de la reunión, hubo un momento de tensión que no se ha roto todavía.

Presiento que debo decir algo, aunque sea estúpido para romper esta tensión, cuando veo a Auge me duelen los huesos de la tensión que tiene en sus hombros.

- Auge me contó que hacen concursos aquí – dije y todos me voltearon a ver, deseaba tener esa atención hace tiempo. Desde pequeña cuando mi voz suena, todos me miran y que no lo hicieran en estos días fue extraño.
No es que sea egoísta, pero sentir que mi voz tiene un gran peso sobre la gente, me hace sentir bien.

- Hay uno más tarde – contesto la hermana de Dánae

- Perfecto, nos distraeremos un rato – sonreí - ¿de qué se trata y cómo se gana?

- Baile y se gana si los demás a tu alrededor votan por ti

- Bien ¡al ataque! – dije con más confianza de la que sentía y miré a Auge pensando en que ella debía de bailar conmigo sin opción a retrocederse.

Ella me miró como si estuviera loca.

- ¿Piensan entrar? – interrumpió Zep a la conversación mental entre Auge y yo

- No – dijo ella al tiempo que dije si

- Será divertido – me apoyó Dánae – la verdad, no es como si tuvieses que subir a un escenario, es aquí mismo

-;Tendrán que tener mejores fundamentos para convencerme – Auge cruzo una pierna sobre otra y puso su codo en su rodilla, su rostro en su mano – los escucho

Pensé.

A ella le gustan los retos.

- ¡Vamos chica! – dije y me acerque a su rostro levantando con mi dedo índice su rostro - ¡muéstrame que sabes hacer! – use un tono un poco amenazante

Ella levantó una ceja. Sonrió sin dientes y dijo:
- ¿es un reto?

- Puedes asegurarlo – le dije usando el mismo tono

- Soy una bailarina innata ¿podrías con eso? – quito mi mano y se levantó poniendo su mano en su cadera

- Pruébalo

- Lo haré

Amo esa seguridad de ella. Desde que clavó un cuchillo en mi mano sin ver mi cara primero, supe que ella no es del tipo de personas al que le gusta perder. A mí tampoco. Pero a ella era de un modo más personal.  Se sorprendió de que la haya seguido, pero cuando le expliqué a medias que su hermano me había obligado. No se sorprendió.
Quería saber de Malet, quería saber si estaba bien, claro él es la imagen de la confianza. Pero una cosa es saber que puede defenderse físicamente y otra es que este solo mentalmente.

Yo seguí a Auge más por nuestro sueño que por Malet. No habíamos hablado de eso en todo este tiempo.

Era momento de ser la reina. Sin mi labial rojo no me sentía como una reina. Pero, eso no me quitará mi corona. No nos cambiamos de ropa como yo quería. Solo podía pensar en todas las veces en que he bailado con mi madre, ella aún está en el circuito 2, pero cree que estoy con Malet. De pequeña, ella ponía música de una pequeña cajita blanca con líneas doradas arriba y rosas pequeñas en su base. Sonaba una canción lenta de un violín, mi madre me tomaba y bailábamos, como un vals, aunque la música era para otro baile. Pero con el tiempo ella enfermó y yo bailaba para ella. Porque su sonrisa no se apagará jamás.

AugeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora