Auge

capitulo 29

Marella:

-  ¿quieres hablar de ello? – le pregunté a Auge.

- ¿por qué me lo dices como si solo a mí me afectará? Tú también perdiste a un amigo

- Bien – respire – pero tu perdiste al amor de tu vida

- No siento que lo haya perdido – me respondió

Los cinco estábamos en un edificio muy alto, abandonado. Subimos hasta la mitad y desde ahí pudimos ver todo el circuito 35, ahora entendía porque decían que este circuito era privilegiado. Los edificios a lo lejos eran excesivamente lujosos, incluso parecía arquitectura futurista, de formas irregulares y luces brillantes en todos lados. Aún desde lejos lo podía ver, las luces eran demasiado brillantes para no notarlas. Auge estaba en la azotea, este edificio era un simple piso vació y frío, no había luz, solo había mucha soledad. Era el lugar perfecto para ocultarnos. Auge estaba en el piso sentada, mirando hacia afuera. Zephyr y Europa hablaban, Dánae por su lado, los escuchaba. Yo no prestaba atención a ninguno de ellos. Sinceramente estaba muy dolida de perder a un amigo como lo era él. Quería concentrarme en mi propio dolor. Pero mi lado compasivo, me obligo a ir al lado de mi amiga. O quizás, solo quería que ella me pudiese consolar a mí también.

- ¿por qué lo dices? – dije

El viento estaba muy alborotado. El cabello de todos revoloteaba y mi piel estaba fría. Supuse que ella era la que hacía todo esto.

- Solo lo sé, él sigue aquí – contesto

Yo no pregunté nada más y ella no parecía querer hablar. Así que me acerqué a Dánae. Ella me miro un momento y luego volvió a fijarse en Europa y Zephyr.

- ¿hicimos mal en venir? – pregunté

- Quizás – dijo – pero no había otra forma y ya estamos aquí

Eso no era suficiente.

- ¿Qué pasará si no regresamos? ¿tenemos un segundo plan?

- No, no hay un segundo plan – dijo – lo sabíamos todos, incluyéndote

- ¿por qué estamos aquí?

- No lo sé – se encogió de hombros. La luz de la luna iluminaba la mitad de su rostro – todos tenemos nuestros motivos creo

- ¿Cuál es el tuyo? – le pregunté mirándola a la cara

- Venganza – me respondió y su voz era aterradora - ¿Cuál es el tuyo? – me dijo de vuelta

- No lo sé – admití – no tengo idea

- Ese es un problema ¿cierto? Vivir por inercia no suele ser la mejor manera de vivir.

- Es la única que conozco – dije y aunque sonaba doloroso, así era

- Tal vez, has venido para encontrar ese motivo – me dijo mirándome a los ojos.

- tal vez

Ahí termino nuestra conversación.

El ambiente era diferente, no era doloroso, no era alivio, era como la nada. Todo estaba en silencio ahora. Todos simplemente estábamos ahí sin sentir. Como cuerpos sin alma.

Zephyr dijo:

- canta para nosotros – le había dicho a Auge, ella volteó ligeramente

- ¿Cómo sabes que cantó? – dijo

- Te escuché hacerlo

Eso pareció convérsela. Volvió a mirar al aire.