capitulo 21

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Auge:

¿Has sentido que un elefante te cae encima?

¿no?

Tienes suerte. En este momento, hasta mover un dedo es la labor más gigante. Bueno, supongo que no todo podía ser perfecto al tener poderes, aunque tenerlos ya es mucho. Me desperté cuando una explosión hizo temblar el suelo. Abrí los ojos, el techo del avión estaba encima de mí. Voces, voces desenfocadas y lejanas. Tenía ganas de con un botón acabar con el ruido. Luego de unos segundos escuché

- Son de gas – un poco aguda, creo que es Marella – el circuito 34

- ¿tienen permitido hacer eso? – alguien había preguntado

- ¿acabar con todo un circuito? Pues no

Eso me alerto. Escuche a cada musculo de mi cuerpo gritarme "No te levantes" Pero lo hice igualmente, o casi. Tarde unos segundos en ver algo, todo eran solo figuras extrañas, pero luego los colores me hicieron ver personas. Cuando puse un pie para levantarme, tarde dos segundos antes de darme cuenta que el piso se precipitaba muy rápido. Note el dolor en mi cara, mis hombros y mis piernas. Pero ni siquiera tenía ganas de quejarme.

- ¿Qué está – tomé aire y miré a una figura, quizás Dánae – pasando?

- Después te explicamos – contesto y me ayudo a sentarme en el suelo

- Quiero una explicación ya – sonaba ebria

- Lanzaron un gas nocivo en el 34 -dijo la inconfundible voz de Drang

- ¿Qué? – me asome fuera del helicóptero

Nunca antes me sentí más impotente. Mi cabeza me comenzó a girar.

- Tenemos que hacer algo – grite

- Auge no sé.

- Hagan algo

- No podemos – la rabia me permitió ver a Drang sacudiéndome

- ¡Oh claro que podemos!

- Auge – esta vez era Zep con voz amenazante

- ¿tú también? – le pregunte con un poco de decepción - Si ustedes no me ayudan, lo haré sola

- Estas muy débil, no puedes – me dijo Dánae

- ¡cállense! No me pueden decir que puedo o no hacer – moví mi mano hacia afuera, sobrevolamos el área del circuito, parecía ser campo. Cuando me concentré sentí el veneno en el aire, gritos de agonía y aullidos que podrían volverte loco. Por suerte ya lo estoy. Enfoco la energía que me queda, en buscar el viento contaminado y alejarlo de algún modo, pero es mucho y se dispersa muy rápido. Cuando intento moverlo, se dispersa más. Me siento inútil y estúpida.

- Auge

- ¡CALLATE!

Lo hace y yo sigo. Siento mi vida drenarse, siento mi poder muy débil. Cuando creo que perderé la conciencia. Siento algo diferente. Vida creciendo. Una especie de poder mayor al mío, una fuerza que no tiene ninguna debilidad. No es el veneno es algo más. Algo.

- ¿Qué es eso? – dice Dánae

- ¿lo sientes? – pregunto

Asiente.

Escucho algo, el viento del veneno, subiendo, algo lo arrastra hacia nosotros. Los otros helicópteros, empiezan a fallar. El nuestro también.

Mi último suspiro se va, cuando el aire que respiro, ya no es aire puro. Es veneno. Y eso me quita hasta lo que no tengo en poder. Mi corazón demasiado grande para mi pecho, sin encajar como debería, mi cabeza demasiado confusa para usarla y formular pensamientos. Mis parpados demasiado pesados, para seguir abiertos.

El helicóptero, cayendo es lo último que recuerdo. 

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