CAPÍTULO XVII

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         La Fuerza le había guiado a la Nebulosa . Detrás suyo R2-D2 comienza a escanear el área en busca de cualquier presencia imperial . Cuando no detecta ninguna se lo comunica a Luke a través del texto del monitor de la computadora . Después el droide astromecanico lanza una pregunta .

         - Si , sigo preocupado por Leia , pero también por Han . Debí dejar a un lado mi miedo e inseguridad  y entrenarla . No la habrían hecho prisionera .

        Luke niega con la cabeza , triste y alicaído .

         - Le hice la promesa a Han de recuperar a Leia , que me temo que no pueda cumplir .

         Lee en el monitor la pregunta de R2 .

         - Sí , por eso estamos aquí . Sinceramente es como agarrarse a un trozo de metal fundido , pero es lo único que se me ocurre .

        Luke lleva su caza Ala-X al interior de la nebulosa .

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         Los restos de una fragata Nebulon-B y de los cazas estelares N-3 flotan a la deriva . Más allá de esos restos , a través de los ventanales del puente de mando del Quimera se ve el hermoso y ya pacificado planeta Nabbo , junto con sus tres lunas .
       < O mejor dicho , conquistado . Pasarán algunos años para que la ciudad capital Theed vuelva a su esplendor de antes > piensa Kam Solusar .
        Tomar Nabbo era prioritario para la siguiente etapa de la guerra , la conquista y sumisión del planeta Mon Cala .
         Rememorando los detalles de la batalla , siente escalofríos al pensar en lo cerca que estuvo de perder la batalla en la superficie del planeta , cuando la batalla estelar había ido razonablemente bien .
         El gobierno de Nabbo y su milicia , habían aprendido muy bien las lecciones de la invasión que sufrieron con la Federación de Comercio . Por eso , mientras una parte de la milicia formada por humanos y gungans , ganaba tiempo resistiendo contra los soldados de asalto , se preparaba el as bajo la manga , el arma de pulso de iones .
         Cuando la tuvieron en marcha ordenaron la retirada y la activaron . Kam Solusar y los soldados de asalto bajo su mando se quedaron sin energía en sus armas . Entonces  los milicianos volvieron para hacer prisioneros .
          Con lo que el mando de la milicia no contaba , es que , aún desprovisto por el momento de la energía de su espada láser , Kam no estaba indefenso . Usando el Lado Oscuro de la Fuerza , y usando como enfoque la rabia , dio un barrido que lanzó a varios milicianos de Nabbo unos metros atrás , y se apoderó de sus armas blaster , entregando varias de ellas a los soldados de asalto , que rápidamente se amoldaron a la situación . Con una pistola blaster S-10 en su mano y guiada su puntería con la Fuerza , Kam Solusar fue matando a varios milicianos , hasta que los efectos del arma de iones pasaron .
         La lucha fue feroz , y la ciudad cayó con fuertes pérdidas entre los soldados de asalto .
         < No soy ni de lejos un táctico  como Thrawm o el vicealmirante Pellaeon >
         
         - Se ha instalado una guarnición imperial en Palacio - informa el capitán Yaret .

         - Vaya preparando el salto al hiperespacio para reunirse con la flota de invasión de Mon Cala - ordena Kam .

          - Sí , milord .

          Kam Solusar se dirige a la zona de enfermería para ver como le va a Tionne con los heridos .

        - Milord , tiene una llamada del Emperador - le informa el oficial de comunicaciones .

        - Enviela a mis dependencias .

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         Dentro de la nebulosa se encuentra con una esfera brillante que parece un sol , pero lo más sorprendente es que la esfera parece partida , incluso hueca . Luke Skywalker  puede sentir que la Fuerza es muy intensa en este extraño lugar .
        Cuando se acerca y entra en su interior al principio ve un planeta yermo , sin vida . Pero cuando entra por un enorme hueco , cuando más desciende ,  descubre asombrado el mundo lleno de vida que hay , con diferentes especies de animales alienígenas que parecen vivir en perfecta armonía . Algunos de ellos vuelan entre las islas flotantes repletas de vida vegetal .

EL RESURGIR  DEL SITH  - Escrito por Jesús Quintela Navazo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora