Capítulo 5

83 6 0
                                    

Abrí la puerta lentamente y me asome por un lado.

-¿Qué fue lo que dijiste? - pregunte insegura, quería confirmar si realmente había escuchado bien

-Sí saldrías conmigo... y también con Akemi - imagínense esto: mis esperanzas eran un florero de cristal que pendían de un delgado hilo, en el instante que escuche "y también con Akemi" el hilo se rompió y el florero callo sin miramiento alguno chocando contra el piso y rompiéndose en miles de pedacitos que se clavaron en mi corazón. Así lo sentí.

-¿Qué dices? - insistió al no recibir respuesta alguna

-Yo...estoy ocupada - dije tratando de ocultar mi angustia

-No te quitaremos mucho tiempo, Akemi quiere que la ayudes a escoger un vestido para su graduación

-Entonces si será mucho tiempo

-Por favor, si tú no vas me tendrá loco a mí, no soy bueno escogiendo ropa, para mí todos le quedan bien - dijo, o mejor dicho, suplico

-Bueno...- No había nada de malo en aceptar salir con mi hermana y su novio, el caso era que me hubiese gustado salir solo con su novio y para evitar ese tipo de pensamientos que me atormentaban a cada segundo prefería quedarme encerrada en mi habitación, pero tenía poca voluntad y termine aceptando, baje las escaleras hacia la sala con mucho pesar, realmente hubiese preferido quedarme en mi habitación, pero ya había aceptado, tenía que ir. Ya estando parada frente a mi hermana y en un total e incómodo silencio me empecé a preguntar: "¿Realmente estaba molesta con mi hermana por haber mencionado a Stuart o porque vendría con nosotros?", creo que era lo segundo, aunque en ese momento no quise aceptarlo y preferí pensar que era por lo primero, ya que así podría estar con la conciencia tranquila.

-Entonces... ¿nos vamos? - musito John rompiendo así el abrumador silencio que entonces invadía la sala

-Sí... vamos - dijo apenas mi hermana sin quitarme la vista de encima, parecía arrepentida por sus comentarios en el desayuno. Salimos de la casa, durante todo el camino ninguna de las dos hablo, de vez en cuando John trataba de entablar una conversación recibiendo respuestas como: "ajá", "sí", "no" o simplemente un "uhum", debió haber sido muy incómodo para él considerando que se encontraba en medio de las dos. De lo que estábamos caminando tranquilamente, John se paró en frente de las dos de improviso, paramos en seco.

-¿hasta cuándo seguirán así? - pregunto fastidiado

-¿así como? - pregunto Akemi haciéndose la loca, obviamente sabia de que hablaba

-así de... calladas - dijo nada seguro de sus palabras

-Pues no me lo digas a mí, ella es la que no quiere hablarme - dijo Akemi sin siquiera mirarme

-¿Ahora yo soy la culpable? Tú eres la que empezaste a fastidiarme mientras desayunábamos - respondí ofendida

-Sí de verdad ya no te gusta como dijiste, no tendrías por qué haberte molestado

-¿Vas a seguir? - le pregunte molesta a Akemi - ¿Lo ves? - dije dirigiéndome a John

-Bueno... en parte tiene razón, si ya no te gusta no tendría por qué haberte afectado - dijo como quien no quiere la cosa

-Claro, ahora yo soy la loca que se molesta de la nada ¿verdad? - Exclame molesta - no debí haber venido - di media vuelta y cuando iba a dar mi segundo paso de vuelta a mi casa Akemi me detuvo.

-Hermanita espera - dijo tomándome del brazo, voltee - Discúlpame, no quise molestarte, tú sabes que a veces soy algo... insoportable

-¿Algo? - pregunte con sarcasmo

-Bueno... así me quieres

-Claro,¿ tengo opción?- dije esbozando una pequeña sonrisa

-Pues no- dijo riendo y dándome un gran abrazo, claro está que correspondí a su gesto

-Bien, ahora que todo está solucionado, ¿podemos continuar con nuestra misión? - y así John interrumpió nuestra tierna escena familiar.

-Está bien, vamos - Y nuevamente nos encaminamos en busca del vestido, visitamos muchas tiendas de la ciudad, después de caminar por casi tres horas sin éxito, llegamos a una tienda "Clivia", era la única que nos faltaba visitar de todas las tiendas de la ciudad, entramos, mi hermana estaba muy nerviosa, y veía desesperadamente todos los vestidos que allí se encontraban, mientras paseábamos por los pasadizos uno de ellos me llamo la atención, era un vestido muy bonito, la parte del torso era negra y la falda color perla con líneas negras en la parte inferior, muy sencillo, por eso me gusto, quede mirando el vestido por un buen rato hasta que Akemi me llamó. Seguimos buscando porque aún no encontrábamos ninguno que le guste a mi hermana, hasta que por fin, Dios escucho mis plegarias y puso el vestido perfecto para Akemi frente a nosotros, se lo probó casi de inmediato, le quedaba muy bien, así que lo compro, al salir de la tienda le di otro vistazo al vestido que me gusto, pero esta vez se dieron cuenta.

-¿Te gusto ese vestido verdad?- me pregunto John mientras mi hermana pagaba en la caja

-¿Cómo lo supiste?

-Te vi observándolo


-Ah, creí que eras una especie de psíquico que leía las mentes -Bromeé indiferente. Pero en realidad ese comentario me emocionó a sobremanera, tanto que podría decir que dentro mí daba pequeños brinquitos gritando algo como: ¡Me estuvo observando! ¡Me estuvo observando! ¡Wiii! Mientras aplaudía fervientemente. Es completamente ridículo, lo sé, y de verdad así me sentía cada vez que él se me acercaba, completamente ridícula...

Aquel día de otoño      (The Beatles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora