-Llegamos a mi casa, mi hermana estaba muy emocionada por su graduación y se notaba, había comprado el vestido con una semana de anticipación, estaba más que claro, al rato John se fue y pues yo tuve que acostarme temprano puesto que al día siguiente tenía que ir a la escuela, gracias a Dios que no tenía tareas y así las hubiese tenido no las habría hecho, sí, no era muy responsable en cuanto a mis deberes escolares. Al día siguiente me levante temprano, fue un típico y aburrido día de colegio, mis amigas se fueron cada quien a su respectiva casa y yo hice lo mismo, nuevamente, llegar y aburrirme todo el día, mi hermana llegaba a las siete de la noche y mi madre aún más tarde, ya estaba acostumbrada a la soledad, llegue a mi casa y me di una ducha, comí un pan que encontré por ahí y me metí a mi cuarto, sorprendentemente me dieron ganas de hacer mis tareas y pues, las hice, luego prendí la radio y me tire en mi cama a escuchar música, en ese momento estaban pasando a Chuck Berry, casi como a la mitad de la canción tocaron la puerta, pensé en no abrirla, pero luego me dije a mi misma: ¿Y sí era una emergencia? ¿Y sí es Akemi que salió temprano y se olvidó las llaves? ¿Y si la casa se estaba incendiando? Acabe parándome a regañadientes sin importarme el aspecto que traía en ese momento, total, si es que la casa se estaba incendiando no creo que importe mi aspecto.
Jamás imagine encontrarme con aquellos ojos que me cautivaron desde el primer momento en que los vi, fue tan repentino que me quede inmóvil, como una estatua de piedra, sin mover un solo musculo del cuerpo.
-Hola - saludó él con una amplia sonrisa, ya que no pude responder su saludo, solo agite la mano sonriendo como boba - ¿Está tu hermana?
-Ella a-aúnnollega - no, no es ningún error de redacción, es que así de atropelladas me salían las palabras.
-¿Y a qué hora vuelve? - volvió a preguntar, mire el reloj de mi sala y aproveche para arreglar mi cabello que se encontraba horriblemente despeinado y calmar mis nervios.
-Llega a las siete, aún falta media hora- dije, ya más calmada.
-Bueno, ¿puedo pasar a esperarla? - y nuevamente quedé en blanco y lo único que me salió fue un "¿Ah?" pero creo que ese "¿Ah?" fue suficiente.
-Mi casa queda a media hora de aquí así que no tendría sentido regresar ¿puedo?
-Bueno - dije insegura haciéndome a un lado para que pueda entrar, se sentó en uno de los muebles y yo me senté en el del frente, lo único que se podía escuchar era el sonido del reloj haciendo Tic -Tac, mis ojos se movían nerviosamente de un lado a otro pensando en que podría decirle, no quería decir algún comentario estúpido así que no se me ocurrió mejor idea que hablar del clima.
-Y.... hace frío - lo dije tan rápido que ni yo misma lo entendí, además, ¿hace frío? ¿En serio? Estábamos en pleno invierno se supone que tiene que hacer frío, yo y mis estúpidos comentarios.
-Estamos en invierno, no esperaras que haga calor - me dijo sonriendo con obvio sarcasmo y esa sonrisa tan solo sirvió para amilanarme más, él lo noto.
-¿Cómo te va en el colegio? - pregunto tratando de cambiar de tema.
-Bien... creo.
-¿Crees?
-Sí, los estudios no son mi fuerte, pero trato de salir bien.
-Yo tampoco era bueno en el colegio, jamás me gusto, recuerdo que siempre me evadía de las clases con uno de mis amigos, nos íbamos al jardín de atrás a tocar la guitarra.
-¿En serio?, yo pensé muchas veces en hacerlo pero a último momento me acobardaba - él solo asintió con la cabeza y nuevamente quedamos en silencio.
-¿Sabes jugar póker? - pregunto después de unos segundos.
-Sí ¿jugamos?
-Claro, pero que sea con apuesta.
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Aquel día de otoño (The Beatles)
Romance“Tal parece que mi amor por ti crece y crece, pero tú, mi fruto prohibido, desvaneces y me ofreces tu amistad sin otra excepción”