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La estación de trenes siempre le recuerdan a Lucy el día que se fue de Magnolia; estaba completamente oscuro y casi no había nadie alrededor, los únicos que estaban con ella eran sus padres y Virgo para despedirla. Ahora era completamente diferente, pues el lugar estaba abarrotado de personas y los rayos del sol se colaban por cada ventana del lugar. Estaba en casa.

--Bienvenida señorita Lucy ¿Cómo estuvo su viaje? --la saludó Virgo, quien al parecer era la única que había llegado a recibirla.

--El viaje estuvo bien, gracias por preguntar Virgo.

--La ayudo con su equipaje.

--Por cierto ¿Dónde están Papá y Mamá?

--El señor Jude está en una junta de trabajo y la señora Layla la está esperando en la casa.

--Entonces creo que los veré allá.

Ambas subieron al auto que las estaba esperando y emprendieron su viaje hacía Fairy Hills, así se llama la zona en donde vive la gente adinerada de Magnolia. Es la parte más lujosa de la ciudad, pues ahí se encuentran los edificios más altos, las mejores escuelas, los centros de entretenimiento más cotizados y las tiendas más caras. A simple vista podría parecer un paraíso en el que todos quieren vivir, pero lejos de la fantasía, en cada rincón de cada construcción, se esconden los secretos más profundos de cada habitante de ahí.

Lucy contemplaba el lugar con cierta nostalgia y amargura, pues aunque ese era el sitio donde creció, también era el lugar donde había vivido la peor humillación de su vida. Trato de olvidar aquellos pensamientos y concentrarse en el presente. Faltaba una semana para el regreso a clases y cuando sus padres la sorprendieron con la noticia de que podía volver a Magnolia, su corazón se llenó de emoción, para después caer en cuenta de que nada volvería a ser lo mismo, pero sobre todo, se dio cuenta que sus padres la querían para algo y eso es lo que estaba empeñada a descubrir.

Llegaron al edificio en donde vivía y  contempló su gran magnitud. El portero se quedó sorprendido al verla y ella sólo lo saludó con una sonrisa tímida. Virgo y Lucy llamaron al ascensor y presionaron el botón del último piso. Estaba muy nerviosa porque no sabía que es lo que le esperaba al llegar al apartamento. Las puertas se abrieron revelando el interior de su casa. Parecía que nada había cambiado desde que se fue y eso la alivió, pero le sorprendía el silencio que no era muy común, ya que su madre, Layla, siempre tenía visitas a todas horas del día. Dejó que Virgo llevara sus cosas a su cuarto y Lucy se dispuso a recorrer su propia casa. Encontró a Layla en el estudio revisando algunos papeles, algo que no era muy propio de ella. La mujer levantó levemente la vista y en cuanto vio a Lucy dejó lo que estaba haciendo y se levantó para recibirla con un abrazo.

--¡Lucy! Que bueno que llegaste. Perdón por no haber podido ir a recogerte en la estación de trenes pero estaba algo ocupada, dime ¿Cómo estuvo tu viaje?

--Estuvo bien mamá, te extrañé mucho.

--Me alegro porque quiero hablar contigo sobre algo muy importante.

--¿De qué se trata?

--Como jefa del comité de Fairy Hills, es mi deber organizar el baile debut de cada año y en está ocación, ya que mi hija tiene la edad suficiente para participar, eh decidido que este año harás tu primer debut.

--¿M-mí debut? ¡Pero eso no puede ser posible! Sabes que no me gusta llamar la atención ni que los demás me miren, además ¿Quién sería mí pareja? ¿Quién quisiera ser la acompañante de alguien como yo?

--Tonterías, de eso me encargaré yo misma, ya verás que tu primer debut será inolvidable.

--Pero quieres que participe después de lo que ocurrió...

--No no no, recuerda que ese penoso incidente no se menciona en esta casa, además es tú obligación. Todos en este lado de la ciudad quieren verte participar y será una gran oportunidad para limpiar tú imágen.

--¿Por eso fue que regresé? ¿Para participar en eso? --preguntó dolida.

--Oh, Lucy, por supuesto que no. Tu padre y yo te extrañamos mucho y pensamos que era tiempo de que regresaras, además ambos estamos muy emocionados por ver la mujer en la que te has convertido después del internado en Mermaid Hill.

--No estoy muy segura mamá, hace mucho que no veo a mis antiguos amigos y no sé si podré regresar a Fairy Tail.

--Lucy --la tomó de las manos e hizo que levantara su mirada para verla a los ojos--. Sé que esto puede ser difícil para ti después de todo lo que pasó, pero no tienes porque dejar que eso acabe contigo. Eres una persona muy fuerte y siempre estaré orgullosa de ti, pero también tienes que entender que esto es algo muy importante para mí y para tu abuela, ella está muy ansiosa por verte ese día y sé que no te gustaría decepcionarla.

--¿La abuela va a venir?

--Así es, vendrá en la noche del debut, claro, si decides participar.

Anna, la abuela de Lucy, casi nunca los visitaba porque le gustaba mucho viajar y vivir la vida al máximo. Las pocas veces que la veía, siempre le traía regalos y le contaba sobre todas sus aventuras. La rubia la quería demasiado pero no podía decir lo mismo de Layla, quien al parecer estaba recentida con ella por una razón que Lucy desconocía. De todas formas, si la abuela estaba dispuesta a venir en un evento que no fuera Navidad, significaba que el debut también significaba mucho para ella.

La última vez que supo de Anna, conoció una parte de ella que creyó que jamás descubriría, pues sus palabras estaban tan llenas de decepción y frialdad que pensó que era otra persona. No volvió a hablar con su abuela después de irse al internado y tampoco en su estadía en este. De todas las cosas que le pasaron, dejar de hablar con Anna fue una de las peores y si podía arreglar su relación con ella, no dudaría ni un segundo.

--Está bien, lo haré.

--¿De verdad? --se le iluminaron los ojos.

--Solo... No quiero destacar demasiado ¿Sí?

--Como digas. Será la mejor noche de tu vida. --canturreo Layla.

O la peor...

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Tenía muchas ganas de escribir un fanfic Nalu pero las ideas simplemente no fluian, es por eso que me llena de mucha emoción compartirles por fin este proyecto en el que tengo tiempo trabajando.

Espero que les guste y estoy abierta a comentarios y sugerencias.

Mi gran debutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora