*21. Dementores, Hogsmeade y Navidad.

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Durante los días que siguieron en el colegio no se habló de otra cosa que no fuera Sirius Black, todos los alumnos, sin importar el año, especulaban acerca de cómo había logrado penetrar en el castillo y las historias eran cada vez más fantásticas. Había gente que aseguraba que el mago se podía transformar en arbusto y que de esa manera había logrado despistar a los dementores. Lo cierto es que nadie podía asegurar cómo se había infiltrado en el colegio.

El tiempo empeoraba conforme se acercaba el primer partido de quidditch, que para sorpresa de todos no iba a ser el típico partido inaugural entre Slytherin y Gryffindor, sino que los leones jugarían contra Hufflepuff, bajo la excusa de que Malfoy seguía lesionado del brazo y no tenían quién lo reemplazara pero en realidad todos sospechaban que era porque no querían enfrentar al otro equipo con un clima tan malo como el que se avecinaba.

La semana previa al partido a todos les sorprendió que Snape supliera a Lupin en clases de Defensa, porque él se encontraba enfermo, y por supuesto que no fue algo agradable. Sobre todo por el gran trabajo que les dio respecto a los hombres lobos, tarea que le metió una idea extraña en la cabeza a las hermanas Granger, pero no se animaban a confirmar ese pensamiento con nadie, ni siquiera entre ellas. Claro que Hermione hizo el trabajo completo y esa misma tarde, Alexis solo se encargó de leer el material para tener una idea de qué escribir luego, pues habían acordado quejarse con Lupin al respecto para así tratar de evitar esa tarea.

La mañana del partido amaneció tormentosa. El quidditch era tan popular que todo el colegio salió a ver el partido, como de costumbre, corriendo por el césped hasta el campo de juego, con la cabeza agachada contra el feroz viento que arrancaba los paraguas de las manos. Alexis vio a Malfoy, Crabbe y Goyle camino a la cancha, cubiertos por un enorme paraguas señalaban a Potter y se reían. Estuvo a punto de ir a hacerlos callar pero sus amigos le negaron la oportunidad, con la excusa de que sería una gran pérdida de tiempo y dignidad. Además le recriminaron que debía dejar de defender a los Gryffindor si no estaba su hermana de por medio porque así no llegarían muy lejos con su plan.

El viento era tan fuerte que los jugadores se tambaleaban al entrar en el campo. A causa del retumbar de los truenos, no podían saber si la multitud los aclamaba o abucheaba, a duras penas si se podía escuchar a quien se tenía a lado y ver a unos muy pocos metros de distancia.

Los de Hufflepuff vestían una túnica amarillo canario, Gryffindor la típica escarlata. Los capitanes de ambos equipos se acercaron y estrecharon la mano. Las escobas de los catorce jugadores oscilaban a causa del viento, el cual no permitía oír los comentarios y apenas permitía ver lo que sucedía en el campo de juego.

El cielo se oscureció, como si hubiera llegado la noche en plena mañana. Todos estaban empapados y tiritaban pero nadie deseaba perderse el partido. Cuando los leones ganaban por cincuenta puntos el partido fue detenido por unos minutos, cuando se reinició algo extraño pasó: un inquietante y paranormal silencio recayó sobre el estadio. Ya no se oía el viento, aunque soplaba tan fuerte como antes, tampoco a las hinchadas ni a los jugadores. Una ola de frío horrible se hizo presente y un grito de miedo proveniente de una alumna de primer año reactivó el sonido. Señalaba hacia el campo, pero mucho más debajo de donde se suponía estaban los jugadores. Todos comenzaron a mirar con atención, entonces los vieron: alrededor de cien dementores se dirigían hacía un punto en específico del campo, esas bestias habían ido hacia Potter, que caía al vacío, desmayado.

Dumbledore ingresó en ese momento al campo, ralentizó la caída del Gryffindor y arrojó un hechizo plateado muy poderoso a los dementores, que se alejaron de inmediato. Nunca habían visto al director así de enojado, colocó a Potter en una camilla y lo llevó al colegio. Entre todo ese lío, el buscador de Hufflepuff, Diggory, había logrado atrapar la snitch, dando la victoria a su equipo.

La otra Granger *en Edición*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora