*24. Planes secretos

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Alexis despertó a causa del alboroto que había en la enfermería, había estado dormitando en una silla junto a la cama de Malfoy, quien por momentos había estado inquieto y por eso Madame Pomfrey le había solicitado que lo cuidara.

El profesor Snape fue quien irrumpió en la sala con Hermione, Harry y Ron desmayados en unas camillas flotantes, para que fueran atendidos de manera urgente. El Ministro Fudge y Dumbledore entraron tras él, ansiosos por saber qué había ocurrido. Alexis fingió dormir. La enfermera pidió que explicara primero qué había pasado a los estudiantes, "fueron atacados por dementores" dijo Snape antes de relatar rápidamente lo ocurrido. Entonces el director abandonó la enfermería con rapidez.

—Asombroso. Verdaderamente asombroso. Fue un milagro que quedaran todos con vida. No he oído nunca nada parecido. Menos mal que se encontraba usted allí, Snape...

—Gracias, señor ministro.

—Tiene ahí una herida bastante fea. Supongo que fue Black.

—En realidad fueron Potter; Weasley y Granger, señor ministro. Ese delincuente los tenía encantados. Me di cuenta enseguida. A juzgar por su comportamiento, debió de ser un hechizo para confundir. Me parece que creían que existía una posibilidad de que fuera inocente. No eran responsables de lo que hacían. Por otro lado, su intromisión pudo haber permitido que Black escapara... Obviamente, creyeron que podían atraparlo ellos solos. Han salido impunes en tantas ocasiones anteriores que me temo que se les ha subido a la cabeza... Y naturalmente, el director ha consentido siempre que Potter goce de una libertad excesiva.

—Bien, Snape. ¿Sabe? Todos hacemos un poco la vista gorda en lo que se refiere a Potter.

—Ya. Pero ¿es bueno para él que se le conceda un trato tan especial? Personalmente, intento tratarlo como a cualquier otro. Y cualquier otro sería expulsado, al menos temporalmente, por exponer a sus amigos a un peligro semejante. Fíjese, señor ministro: contra todas las normas del colegio... después de todas las precauciones que se han tomado para protegerlo... Fuera de los límites permitidos, en plena noche, en compañía de un licántropo y un asesino... y tengo indicios de que también ha visitado Hogsmeade, pese a la prohibición.

—Bien, bien..., ya veremos, Snape. El muchacho ha sido travieso, sin duda.

Entonces se marcharon para hablar más profundamente y que los alumnos pudieran ser revisados en paz. Alexis fingió despertar y se acercó preocupada a su hermana, quién a los pocos minutos abrió los ojos. Madame Pomfrey le entregó una barra de chocolate para que comiera.

Hermione, en susurros, le contó a su hermana que el túnel llevaba a la Casa de los Gritos. Le confesó que nunca había sentido tanto miedo en su vida como en ese momento, sobre todo al notar que las marcas que allí había no podían ser hechas por fantasmas. Le comentó que encontraron a Ron tirado en el suelo, agarrando su pierna que estaba doblada en un ángulo extraño. Él les dijo que el perro era un animago y que en realidad era Sirius Black, ni más ni menos. Además le había quitado la varita a su amigo y con ella los desarmó a ambos. Black intentó quitarle la rata a Ron pero entonces apareció el profesor Lupin, abrazó a Black como si fuera un viejo amigo y juntos le revelaron un gran secreto. Scabbers era un animago también, nada más y nada menos que Peter Pettigrew, quien debería llevar doce años muerto. Allí entre Lupin y Black les contaron la historia de cómo eran amigos con Pettigrew y el padre de Potter mientras estudiaban en Hogwarts, que cuando los amigos descubrieron que Lupin era un hombre lobo —lo que Alexis había sospechado desde el trabajo que les pidió Snape—, sus amigos hicieron todo lo posible para convertirse en animagos. Mientras les contaba esa historia apareció Snape, bajo la capa invisible –Alexis se vio obligada a confesar que el profesor se la había pedido y no se había podido negar—, atacó a Lupin y como se negaba a entrar en razones, entre los tres alumnos lo desmayaron al intentar desarmarlo. Entonces Lupin y Black transformaron a la rata en humano y así demostraron que decían la verdad. Black no era un asesino, él no había traicionado a los padres de Potter, sino que fue Pettigrew. Harry decidió que había que entregar a la rata a los dementores, lo aprisionaron y lo sacaron fuera de la casa pero no tuvieron en cuenta que era noche de luna llena. Lupin comenzó a transformarse, Pettigrew escapó. Entonces los dementores llegaron y los atacaron.

La otra Granger *en Edición*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora