Si Kang Taehyun tuviera que ser definido por una palabra sería: Nervios.
Nunca se había sentido de esa forma hasta que llegó el castaño, por lo menos no en mucho tiempo.
Fue cuando tenía quince años que conoció a alguien que lo hizo sentir de esa forma. Sus manos se ponían frías al verlo, su respiración se aceleraba y de paso su ritmo cardiaco también lo hacía. Se había acostumbrado tanto a disfrutar momentos junto a esa persona que cuando menos lo pensó había caído enamorado.
¿Enamorado? ¿Esa era la palabra correcta? Después de todo ¿Quién no caía enamorado de Jungkook?
Se podría decir que aquel joven de cabellos largos y desordenados le movía el corazón tres veces cada segundo, no solo con su apariencia, era más allá de esos grandes y profundos ojos que se dio el tiempo de analizar, de los lunares, de sus labios y su trabajado cuerpo; no, Jungkook siempre fue más que eso.
Fue en una reunión familiar que su primo, Kang Dong-ho, llevó a un amigo: Jungkook. Su familia era suficientemente sociable para recibir a otras personas, fueran amigos o parejas de los más pequeños. Ese día se sentaron en el pasto de la casa de los abuelos viendo a los demás jugar fútbol, fue ahí donde el de cabellos largos retó a Taehyun y tuvieron un pequeño enfrentamiento. Se suponía que los equipos eran seis a seis, pero terminó siendo uno a uno. No se podía quejar de todas las veces que el mayor le quitó la pelota o se rió de él, porque de una u otra forma se sintió libre al tener alguien del mismo nivel.
Espectacular.
Con el paso de los días, Dong-ho invitó a Taehyun a su casa en varias ocasiones, y ahí siempre estaba Jungkook con una bolsa de papitas fritas en la mano mientras leía un manga o jugaba videojuegos, y aún así, seguía siendo espectacular.
Como se mencionó antes, el actual pelirrojo no supo el momento preciso en que no lo pudo sacar de su cabeza, sin embargo, recordó aquella salida inesperada a las orillas del río con el chico de sus sueños siendo roto desde lo más profundo de su corazón.
–¿Qué te pasa? –preguntó el pequeño castañito al joven de cabellos largos.
–No sé si pueda hablar de eso contigo, eres muy pequeño para entenderlo –dijo Jungkook buscando algún modo para evadir la incómoda conversación.
–Hyung, solo eres tres años mayor que yo, puedo entender muchas cosas.
Jungkook apretó los labios y apoyó sus brazos en la baranda que estaba a las orillas del río, mirando las aguas iluminadas solo por las luces nocturnas.
–No sé... no sé si realmente haya algo en la universidad... algo que me guste. –Respondió ante la insistencia del castañito –Mi familia no entiende eso, digo, soy aplicado en el instituto y también en cosas artísticas y deporte, pero ellos no reconocen el esfuerzo psicológico que implica llevar esas cosas bajo control. Estoy tan cansado... si tan solo no tardara en entender los temas una semana cuando los otros pueden en tres días, y no fuera tan perfeccionista en las otras cosas estaría bien, pero en serio quiero un respiro. No puedo con toda esta presión.
Dejó de hablar para sorber su nariz. Taehyun vio como una lágrima se escapaba de los dulces párpados del mayor, y no tardó en llevar su mano al rostro del contrario para secarlo.
–Bien... creo que no puedo entenderlo del todo, tal vez sí me falta un poco más para que me pase lo mis-
–No te sucederá lo mismo que a mí –Quitó la mano de Tae de su rostro, tomándola con delicadeza para acariciarla suavemente antes de soltarla –Estoy seguro de que no. Eres talentoso y entiendes todo muy fácil, llegarás tan lejos con lo que puedes hacer y tienes muchas opciones para elegir, de seguro alguna te gusta. Pero Tae, no estoy seguro de tener un camino ahora, solo siento que estoy perdido y eso de elegir algo para toda la vida... no lo sé, me causa aún más miedo.

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My Sweet Dream ||Tyunning||
FanfictionDonde Hueningkai es un estudiante que llega a un nuevo instituto en Corea, donde conocerá a Taehyun, un joven que aparentemente lo ha visto en sus sueños tiempo antes de verlo en persona; lo que no sabe es que Taehyun también le parece muy familiar...