Todo inició hace un par de años, en un día nublado, estaba empezando la primera temporada de The Flash, en Netflix y cada vez estaba ingresando un poco más en todo ese mundo sobrenatural en el cual las personas corren más rápido que la velocidad de la luz, además de que pueden detener el tiempo, llevarlo hacia atrás, y miles de poderes más. En mi cabeza, todo empezó a volverse real, nada era imposible, al menos no para mí. Tenía once años y empezaba en un nuevo colegio. No conocía a absolutamente nadie y los días eran solitarios, al menos para una persona a la que le cuesta hacer amigos. Acababa de mudarme y había pasado la totalidad del verano sola. Literalmente sola, porque mis padres habían empezado a trabajar en la nueva ciudad y dejaban la comida preparada para que pudiera calentarla en el microondas y después de eso, me pasara en día encerrada, viendo Netflix. No era fan de lo sobrenatural, pero cuando empecé con las películas de Marvel y las series de DC, algo en mí cambió.
Cambié, lo suficiente como para ingresar en el colegio más introvertida de lo que solía ser y para fijarme en el muchacho más llamativo de primer año. Su nombre era Jake Bladdel. En ese momento tan solo era un niño, pero estaba ese comportamiento extraño, que siempre fue tan característico de él. Me fijé en él antes de que cualquier otra chica lo hiciera, pero nunca me atreví a hablar con él, porque, vamos ¿qué podría decirle?
"—Hola, soy Jannet Green y estoy segura de que eres un superhéroe, ¿quisieras mostrarme tus poderes?"
Claramente no era una buena forma para iniciar una conversación y nunca supe qué decir en su compañía. Desde pequeño que acapara la atención, aunque con el pasar de los años, creció tanto en altura, como en cuerpo y en admiradores. Se convirtió en el capitán del equipo escolar de Rugby (no por sus dotes en el juego, sino por su estrategia) y desde entonces se podría decir que tiene hasta un club de fans que susurran entre los pasillos su nombre, y sueltan risitas eufóricas ante cualquier chiste que provenga de sus labios. Para mí no es la gran cosa. No es atractivo, es sarcástico, maleducado, bromea sobre cosas sin sentido y parece querer estar con cada chica que se presenta en su camino. Aunque es astuto, escoge a las que tienen mejor "ranking", cosa que me asquea, pero todo superhéroe tiene un pasado oscuro, ¿no es así? Probablemente sea así por algo, una serie de acontecimientos que lo hacen ser de la forma en la que es. Tengo una teoría. Una loca teoría que indica que él existe, que es real, que sale por las noches a combatir el crimen pero que los medios lo esconden, temiendo que la gente deje de tener credibilidad en ellos. Yo sería la primera en créelo. Pero demasiadas vueltas a Jake Bladdel, ¿no? Si pensara todo lo que pienso sobre él todo el tiempo probablemente no acabaría más y entonces no me levantaría ni de la cama. Así que prefiero mirarlo, y buscar pruebas acerca de lo que pienso y la forma que tendría para desenmascararlo y demostrarle que lo sé. Que sé su más grande secreto.
—Jannet, otra vez te quedaste tildada mirando a Jake —Lisa García mueve su mano delante de mis ojos y yo parpadeo, despertando de mi sueño.
—No entiendo qué le ves —Sofía Dion se encoge de hombros, dejando a un lado la manzana que estaba mordiendo.
Lisa García y Sofía Dion son mis mejores amigas. Lisa es la divertida del grupo, todo el tiempo está intentando protegerme de la muerte social. No es popular ni nada por el estilo, pero es la que más se aproxima a ello. Tiene amigos en otros cursos y es sociable, asiste a alguna que otra fiesta de vez en cuando, pero aún así prefiere pasar la mayor parte de su tiempo con nosotras. Por otro lado, Sofía es diez veces más antisocial que yo. Le asquean los chicos, las chicas y todo lo que respire. Somos su único círculo y, estoy segura que, de tener la oportunidad, nos encerraría con ella en su casa y no volvería a ver la luz del mundo. Yo soy el intermedio entre ambas. No me gusta mucho la atención, prefiero vivir en las sombras y existir solo para las personas que quieren que exista. Para el resto, mantener una imagen invisible.
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Jannet Green
FantasyJannet Green cree que su vida siempre ha sido controlada. Con padres sobreprotectores y una rutina monótona y aburrida, ella cree que es un ser desdichado. Lo único que sus padres no han podido controlar es su obsesión con los superhéroes y con Jak...