Mientras camino con mi paraguas a través de la lluvia que aún no ha frenado, en dirección al cine, siento la boca de mi estómago abrirse en mi pecho, lista para que un agujero negro empiece a consumirme del todo. Quizás esté exagerando, es lo más probable, porque no estoy traicionando a Amir Scott. No es que vaya a salir con Jake Bladdel porque él me guste. Claro, tiene un aura atractiva que hubiera hecho que haga lo que sea con tan solo pedirlo, pero eso no es su culpa. Me aterra el efecto que él tiene en mí. Amir no es un mal chico, por el contrario, Amir es el chico más bueno, guapo y sexy del mundo. Es hermoso, en todas sus formas y aspectos, y tiene todo lo que una chica podría querer en un muchacho, o al menos, todo lo que yo quiero. Es por eso que no puedo entenderlo, ¿por qué me deje llevar así por Jake Bladdel? No tiene sentido, a menos que piense que él podría estar ofreciendo un poder sobre mí. Quizás es parte de su juego, y el conseguir chicas tan sencillamente no solo es por su admirable físico, sino también por su poder sobrenatural que consigue hipnotizar a personas inocentes para que sean vulnerables a sus encantos en el mayor de los sentidos.
Tengo miedo de que Amir me descubra, aunque de nuevo, no hay nada que descubrir. No fui infiel, no lo engañé, ni tampoco he dejado de amarlo. Todo continúa exactamente igual a como lo estaba antes, aunque por supuesto hay algunas que otras diferencias. Por ejemplo, el hecho de que yo vaya a salir hoy con Jake Bladdel, un chico que hace una semana no sabía ni siquiera de mi existencia, que resulta ser el chico con el que llevo obsesionada al menos los últimos cinco años. No es una coincidencia, en absoluto. De ser otro chico me hubiera negado rotundamente, pero no es cualquier chico. Y podría conseguir las pruebas necesarias...
Me mantengo con esos pensamientos al momento de llegar al cine, para que la culpa no se adueñe de mis ojos. Por lo general, él puede predecirme completamente, a juzgar por mi mirada, y yo tengo miedo de que sea el día de hoy cuando me descubra.
—Hey... ¡qué es esa cara! —dice Amir apenas me ve.
Oh vamos. ¿Tan transparente soy?
—Solo cansancio. —Fuerzo una sonrisa y acorto la distancia entre nosotros, para acercarme al mostrador e inclinarme sobre él para besar sus labios.
— ¿Entonces mañana vienes a dormir a casa?
—A tu departamento... —susurro—. Ya he convencido a mis padres. Es un hecho.
—No sabes lo feliz que me hace eso.
Luego de un pequeño roce de nuestras bocas, él camina hacia un lado, sale de detrás del mostrador y yo lo sigo, calladita, para introducirnos en el cuarto de mantenimiento, al igual que cada día.
A veces sueño despierta con enfrentarme a mis padres y decirles lo de Amir. Lo pienso con frecuencia, mientras almorzamos, cenamos y en el tiempo de calidad en familia. A veces abro la boca, lista para pronunciar las palabras, pero luego regreso a cerrarla, porque soy cobarde y porque tengo miedo de las consecuencias que podría acarrear el ser honesta, el decirles que estoy enamorada de un chico que, sí, es un tanto mayor, pero que al final de cuentas somos el uno para el otro y nos amamos. Pero ya puedo predecir sus respuestas:
"— ¡¿Lo has estado viendo a nuestras espaldas?!"
"— ¡Eres solo una niña tonta que cayó en manos de un adulto abusivo! ¡Deberíamos denunciarlo!"
Y mi madre respondería:
"—Quiero su nombre y apellido, le arruinaremos la vida."
También me imagino en una esquina, llorando desconsolada, suplicando que no le hagan nada, que mi padre no lo amenace con sus armas, y que mi madre no lo lleve a tribunales, que lo dejen en paz, que preferiría que me castigaran a mí de por vida antes de que lo lastimen. Pero toda la situación se me ha ido de las manos, y lo lastimaría también si me fuera. Además, soy muy egoísta como para alejarme de él.
ESTÁS LEYENDO
Jannet Green
FantasyJannet Green cree que su vida siempre ha sido controlada. Con padres sobreprotectores y una rutina monótona y aburrida, ella cree que es un ser desdichado. Lo único que sus padres no han podido controlar es su obsesión con los superhéroes y con Jak...