3. El Empleado del Cine

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Pero no todo en mi vida es Jake Bladdel. Pues, en mi mente, otra gran parte del tiempo, se encuentra Amir Scott. Lo conocí el año pasado, el trece de septiembre, para ser exactos. Era la primera vez que iba al cine sola, pero es que realmente quería ver la película "Un Día Lluvioso en Nueva York", protagonizada por Selena Gómez y Timotheé Chalamet, entre otros actores muy conocidos. Pero yo quería ir a verla por ellos dos en específico. Mis amigas estaban ocupadas con pruebas, por eso no había ido antes, pero para ese día ya estaba segura de que, de seguir prolongándola, me la perdería de la cartelera. Y dicho y hecho. Cuando llegué al cine, esto fue lo que sucedió.

—Hola, una entrada para Un Día Lluvioso en Nueva York.

Entonces, Amir Scott, ese empleado al que había visto muchas veces pero nunca con la suficiente atención, se volteó en mi dirección y me miró. Siempre lo había "visto", pero esta era la primera vez en la que lo "miraba", con todas las letras. Se puede decir que me quedé sin palabras. De pronto no supe qué decir y, lo peor de todo, era que no sabía si a él le pasaba lo mismo que a mí o si en cambio yo era la única a la que se le había acelerado el corazón, con tanta potencia que podría haber impulsado una flecha de Arrow a través de una distancia de kilómetros.

— ¿Nada de superhéroes esta vez? —preguntó él, sonriendo de lado.

— ¿Superhéroes? —Apenas podía hablar, pero la sensación de adrenalina era energía pura en mis venas—. Me temo que no esta vez.

—Tengo malas noticias, la película ya ha sido sacada de cartelera, pero si quieres, podríamos ir a mi casa y verla pirateada —dijo, bajando el volumen de su voz para que solo nosotros podamos oír los murmullos.

Por primera vez, me olvidé de mis padres, de mi inocencia, de mi realidad, de todas esas advertencias acerca de desconocidos y, para mí sorpresa, asentí.

— ¿Qué tan lejos estás?

Resulta que vivía a tres calles del cine, perfecto para caminar hacia allí, mientras que uno de sus compañeros lo suplantaba sin chistar, debido a la poca corriente de gente esos días. Fue una noche mágica. "Un Día Lluvioso en Nueva York" quedó en segundo plano, mientras me besaba con un completo desconocido en el sofá de sus padres. Fue mi primer beso, mi primer roce y mis primeras sensaciones de deseo. Descubrí lo que era desear a alguien en esa noche, y entonces supe que estaba enamorada de él. Pero por supuesto que no lo dije, hasta un par de meses, donde en ese cuarto de mantenimiento susurré mi afecto hacia él, y él me correspondió. Entonces, el 20 de noviembre del 2019, decidimos declararnos novio y novia, aunque no podíamos decírselo a absolutamente nadie, principalmente porque mis padres no solo que me odiarían, sino que me imposibilitarían verlo, o quizás mi padre lo mataría, porque no se dejen llevar por las apariencias, mi padre es un hombre rudo. La única persona que puede controlarlo o sobrepasarlo, es mi madre, que es cien veces más intimidante que él. ¡Imagínense que lo lleve a la cárcel por estar con una menor! Sería un desastre. Amir tendría muchas consecuencias si yo les dijera a mis padres todo lo que pasó entre nosotros, sobre todo cuando se enteren de que su pequeña niña ya no es una niña y que ha empezado con sus primeras relaciones, con un hombre mayor que ya tiene experiencia en ello.

— ¡Y ninguna de las dos me creyó! —exclamo, conmocionada.

Amir me mira, entrecerrando sus ojos suavemente.

— ¿Les dijiste que Jake Bladdel era un superhéroe y no te creyeron?

— ¡Exacto!

—Amor, no grites, lo único que le falta a nuestra relación es que nos descubran aquí dentro y no podamos vernos más.

—Está bien, lo siento —susurro, bajando la voz—. Pero es que me enoja, son mis amigas, deberían confiar en lo que les digo.

—A veces es difícil ver las cosas desde tu perspectiva, amor, eso es todo.

Jannet GreenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora