╰♡❜ My Other Half // Kookmin //

III↛

Jungkook se miraba en el espejo viendo su traje y lo ordenado que se veía, estaba por ir con su padre a hablar lo de jimin, tenía que decírselo para qué lo ayude o algún consejo que pudiera darle. Jimin era el elegido y tenía que conquistarlo de alguna manera, él no era feo si lo veía en ese sentido, tenía su cuerpo bien trabajado, tenía unos ojos color miel y sus delgados labios eran lo que más le gustaba de él y muchos quisieran estar con el príncipe solo por la fortuna pero se notaba qué jimin era todo lo contrario.

— Iré dónde mi padre, no me tardó. — Avisó a una de las mucamas. — Cualquier cosa me llaman. — Está asintió y pudo salir sin problema. En el transcurso del viaje pensaba en cómo decírselo, hace mucho tiempo que había estado buscando a aquella persona que "Aceptará" el anillo, saber que era jimin esa persona lo ponía feliz de cierta manera.

Cuándo llegó, tocó la puerta y está fue abierta dejando ver a su padre con ojeras debajo de sus ojos, no preguntó y solo saludó, habían decidido qué el papá comenzará a vivir en una mansión fuera de la aldea ya qué su puesto de rey sería de jungkook ahora y el rey jeon quería comenzar a ser "independiente" de cierta forma.

— ¿Estás bien? — Fue lo primero que dijo.

— Si, solo ya sabes, los típicos dolores de cabeza y eso. — Comentó, jungkook asintió no muy convencido pero no quiso preguntar más, había venido para algo y era de lo que tenía que hablar.

— Papá yo... Encontré a la persona del anillo. — Su padre alzó sus cejas y lo guió hasta su oficina, sus manos sudaban tenía un poco de nervios.

— ¿Quién es? ¿Es chico o chica?

— Es Park jimin, ahora mismo él está trabajando para la familia min específicamente yoongi, su madre está enferma y él se ofreció a reemplazarla, tiene 21 años. — Respondió, su padre asintió comprendiendo.

— ¿Le dolió?—Preguntó de forma segura ya qué se percató del rostro de su hijo, supuso el porqué.

— Si.

— Bien, te daré algunos consejos para que puedas acercarte a él. — Jungkook rodó los ojos, apesar de que él y su padre no tenían ese tipo de conversaciones, sabía lo largas qué eran y más sabiendo qué posiblemente la persona qué escogiera el anillo sería el qué brindará al próximo sucesor luego de jungkook. — Solo tienes que ser tú mismo, pero menos frío, aveces eres muy cortante y tosco con las personas.

— Claro que no.

— Claro que si. — Jungkook volvió a rodar los ojos. — Si por motivo alguno llegan a pelear, tienes que escuchar sus razones, tú eres de esas personas que vienen y se enojan y no escuchan.

— Bien ¿Es todo?

— Si, es todo. — Jungkook se paró de su asiento, pero paró en seco al ver el frasco de las pastillas de su padre medio lleno. — ¿Qué sucede?

— Quiero suponer que te las estás tomando ¿Verdad? — Su padre sólo miraba el frasco. — Papá tienes que tomarlas, o nunca vas a mejorar, entiendo qué debo hacerme cargo de ser el rey de corea aún tú estando en vida pero si quiero tenerte a mi lado más tiempo, quiero qué conozcas a tus nietos porfavor no olvides los medicamentos. — Su padre lo miró y le dio un pequeño abrazo, jungkook se sorprendió pero correspondió a esté.

— Se que serás un buen rey. — Jungkook formó una pequeña sonrisa. — Me las tomaré, solo pare ver cómo te conviertes en el próximo rey de corea del sur, para ver a mis nietos y poder conocer la maravillosa persona qué tendrás a tu lado, estoy seguro qué jimin te va a corresponder. — Ambos rieron y jungkook se despidió de su padre, tenía que hablar con yoongi para pedirle el número de jimin.