- ¿Qué estás diciendo niño? - pregunto Lucifer, burlándose un poco de aquella situación.
Claramente Adonis estaba completamente ebrio.
- Lo que me escuchaste, vengo a pedirte a tu hija, me casare con ella- respondió Adonis poniéndose erguido, tratando de demostrar seguridad.
- Tienes el descaro de tu madre al parecer- dijo Lilith, también burlándose de la situación- Ve a tomar algo de agua, cariño, el alcohol se te ha subido a la cabeza.
- Creo que ustedes no entienden, vengo por su hija, para que me la entreguen en matrimonio, ¿Acaso no ven esta gran oportunidad frente a ustedes?
- ¿Disculpa? - dijo Lucifer- Primero, no somos muy creyentes en el matrimonio; segundo, ¿De qué oportunidad nos hablas?
- ¿De qué oportunidad? - pregunto con ironía y burla- Se casará con el primer nieto varón de Dios Padre, con el único hijo varón de Jupiter, el hijo mayor de Venus; él más poderoso de los hijos de los Dioses- dijo como si fuera obvio.
- Eso nos importa muy poco- dijo Lilith- Seas quien seas, así seas el mismo Dios Padre en persona, no te daremos a nuestra hija, en especial si ella no lo desea.
- Entonces oblíguenla a que me quiera- dijo molesto- Ella debe quererme, soy lo mejor que conseguirá.
- Deja de hacer este maldito espectáculo, Adonis- dijo Hilary acercándose a él.
- Mi amor- la agarro con fuerza por los hombros y la abrazo- Dile a tus padres que nos vamos a casar, que no pueden impedirlo.
Hilary lo alejo.
- Estás ebrio, debes parar con esta locura, tú y yo no estamos juntos; no nos vamos a casar- le dijo Hilary.
- Pero nos amamos, prometimos ser felices juntos.
- Eso fue antes de que te encontrara en la cama con tu exnovia.
- Nunca me dejaste explicarte, si me das la oportunidad de explicártelo, te prometo que valdrá la pena; por favor, mi amor, solo una oportunidad- rogo.
- No, Adonis, no quiero escuchar excusas.
Entonces lo vi, todos lo vimos; Adonis D'Jupiter se arrodillo frente a Hilary, suplicando por su atención.
- ¿Qué haces? - pregunto Hilary al borde de la desesperación- Levántate, estas haciendo un espectáculo aquí.
Él negó con la cabeza.
- No lo hare- se negó- Es el único lugar en el que merezco estar si no me perdonas, porque mi vida sin ti no tiene ningún sentido, Hilary, eres la única razón por la que sigo respirando, en poco tiempo te has vuelto lo único que me mantiene cuerdo.
- Adonis, por favor, levántate.
- Solo si me dejas explicarte lo que sucedió.
Hilary miro a su alrededor, tenían la atención de la mayoría de los celestiales. Los simples humanos al parecer no nos notaban, entonces yo también lo note; mi madre había creado una tela mágica que nos envolvía, nadie afuera de esta podía escucharnos o percibir lo que sucedía.
Hilary también lo había notado, así que volvió a mirar a Adonis.
- Esta bien, te escuchare, pero será aquí y ahora- sentencio ella.
La cara de Adonis parecía como si su alma hubiera regresado a su cuerpo, asintió con su cabeza y se levantó con rapidez.
- Como tu digas mi amor; y para demostrarte que soy y seré sincero- de su ropa saco un frasco con un líquido blanco que brillaba- Este es el elixir de Minerva, lo beberé antes de decirte toda la verdad, así sabrás que no te mentiré.
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Llegaste a mí
RandomCeleste Sun la última hija de la Diosa Luna y el Dios Sol; pero la primera en preferir a su padre, y la única baja la tutela de este. Vive en la tierra desde hace 17 años, pero ella lleva viéndose de 18 desde que nació. Su vida llena de sus caprich...