Alessa: Feelings- Jasper Hale

~CAPÍTULO XXXIX~

•●La Solución Al Problema●•

♤♡◇♧

Al final supe de qué hablaban y era que lo mejor era que me quedara a vivir con los Cullen ya que Carlisle tenía más herramientas médicas, y junto con mi padre compraron más cosas. Lo otro era que mi padre volvió a trabajar y vivía mandándome mensajes de cómo estaba o si necesitaba algo, sin duda el mejor papá del mundo.

Mientras pasaban los días tuve que decirle a Seth y a Leah que me fui de viaje a conocer universidades, no me gustaba mentirles, pero no quería que supieran de mi embarazo. No porque no confiara en ellos, si no que sabía que toda la manada tenía una concesión y se llegarían a enterar, y no sabía si se lo tomarían bien.

Lo otro era que mientras pasaban los días más me preocupaba por mi amiga, estaba totalmente delgada y su vientre crecía más y más. La cosa no se veía tan bien para Bella, en cambio a mi casi todo ha ido normal, mí guatita no era tan grande y mantenía mi peso, eso sí que estaba con muchos antojos comía a cada rato, lo que más traía mi padre del trabajo era comida.

El día de hoy me sentí un poco incomoda, por lo que estaba en la habitación que me dieron acostada en la enorme cama, mientras que mi padre estaba viendo por la ventana, Jasper estaba abajo en la cocina con Esme obviamente preparándome algo para comer.

- ¿Has pensado en qué nombre le pondrás? - me pregunta mi padre sin moverse de donde estaba.

- No, pero tengo algunas en mente - el asiente y gira a verme.

- ¿Ese no es Jacob? - me sorprendió lo que dijo, sí que me levanté y fui a la ventana. Y si, definitivamente era Jacob.

- ¿Qué estará haciendo aquí? - me quede pensando en que tal vez Bella lo haya llamado - Papá ¿me ayudarías a bajar? - él asiente y me estira su brazo para que lo tome, cuando estábamos por llegar a la puerta aparece Jasper.

- Será mejor que no bajes aún, Jacob podría no tomarse muy bien esto - en eso no se equivocaba, si lo que aprendí conociéndolo es que no sabe controlarse, pero bueno aún es un niño que se creía grande. Me quedé sentada comiendo el sándwich de pollo que me trajo mi prometido, junto con un té de limón.

Todo estaba tranquilo hasta que comencé a escuchar gritos - Voy a bajar - fue lo único que dije y camine a las escaleras, y cuando ya estaba por llegar a la sala escuche mi nombre.

- ¿Dónde está Alessa? - dijo con un tono entre preocupado y enojado.

- Aquí estoy Jacob - me apoye en la pared y él al girarse me ve a mí y después a mi padre.

- ¿Señor Collins? - dice sorprendido al verlo.

- Hola Jacob - aun sin creer lo que veía decidí hablar.

- Sabe el secreto.

- Y ¿Está de acuerdo que su hija se esté arruinando así? Alessa esa cosa te va a matar- dice un poco prepotente.

- Primero que nada me bajas ese tonito y segundo, esa cosa que llamas es mi nieto y tercero no es de tu incumbencia lo que haga o no haga mi hija, yo la apoyare en lo que ella decida hacer, porque es su vida y es su cuerpo, y lo que los demás piensen no debe importarle, sí que me cambias esa actitud - mi padre nunca se enojaba, pero cuando lo hacía daba mucho miedo, vi como Jacob se encogió y desvió la mirada.

- Disculpe señor - ¡Eso papá, demuéstrale quien manda!

- Jacob, ¿podemos hablar afuera? - le dice Edward y él asiente.

- Señor Collins, usted tiene mi respeto- dijo divertido Emmett y mi padre no entendió.

- Jacob es un hombre lobo, por eso lo dice - mi padre quedó sorprendido.